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El lunes 16 de septiembre se puso en marcha la restauración de la fachada del Santuario Nuestra Señora de Luján de Uribelarrea, consistente en una reparación del revoque, reconstrucción de molduras y pintura. La obra, que inicialmente demandaría unas tres semanas, se extenderá más allá de lo previsto ya que al inicio de los trabajos se detectó que había importantes daños en el campanario.
El padre Ulises Nicolea, párroco de Uribelarrea, habló con InfoCañuelas para contar detalles del proyecto cuyo costo será cubierto con donaciones. Los vecinos que así lo deseen pueden aportar a través de una cuenta creada al efecto.
“Nuestra idea original era una restauración a conciencia de toda la fachada, pero cuando se empezó a limpiar con la hidrolavadora, nos dimos cuenta de que el campanario estaba muy deteriorado, por lo que aprovechando la colocación de los andamios se decidió reparar también esa parte del templo a la que, por su altura, es muy difícil acceder de otra manera”, explicó el párroco.
Nicolea detalló que los durmientes de quebracho que sostenían la campana estaban quebrados y podridos en el encastre con la pared, lo que produjo filtraciones hacia el interior del muro. Hay que tener en cuenta que son los durmientes que fueron colocados cuando se construyó la iglesia, hace 134 años. Sólo por un milagro no se desplomaron.
El sacerdote destacó que los maderos remplazados serán conservados como piezas históricas y exhibidos cuando concluya la restauración.
La campana, de más de cien quilos, será pulida y llevada a su aspecto original. En algún momento el bronce fue barnizado por lo que se taparon los grabados y la pieza perdió su brillo natural.
Otra de las tareas programadas es la reparación del pararrayos, que no tiene cable ni descarga a tierra, por lo que no cumplía ninguna función práctica.
Una vez concluida la reparación de fisuras, revoque y molduras, la fachada será revestida con tarquini (un revestimiento plástico más denso que la pintura que impide el paso de la humedad, evitando la absorción de agua). En cuanto a la pintura, será de color ocre claro, el mismo que tenía el templo cuando fue inaugurado a finales del siglo XIX. Las columnas y el sector de la entrada tendrán una tonalidad ligeramente más oscura.
El padre Ulises aportó un dato interesante: a partir del hidrolavado del frente se pudo verificar que en sus 134 años el edificio fue pintado solamente tres veces: fue de color ocre en sus primeras décadas; luego verde claro; mientras que en 2012 se lo pintó de color rosa viejo.
De estilo neogótico, el templo se inauguró el 18 de diciembre de 1890. Fue donado por Miguel Nemesio de Uribelarrea en homenaje a su esposa Manuela Olaguer Feliú y Azcuénaga. El arquitecto fue Pedro J. Benoit (por Pedro Juan, hijo del reconocido arquitecto y urbanista Pedro Benoit, quien trabajó en el diseño de la ciudad de La Plata). Los padrinos fueron el gobernador Máximo Paz y Ana Olaguer Feliú y Azcuénaga.
El 18 de diciembre de 2010, por medio del decreto Nro. 404 del obispo Juan Horacio Suárez, el templo fue elevado a la jerarquía de santuario (una categoría intermedia entre iglesia y catedral) por sus valores culturales e históricos. Al día de hoy es el único santuario existente en la Diócesis de Gregorio de Laferrere.
DONACIONES COMUNITARIAS
La intención del padre Nicolea y de la comunidad parroquial es que el santuario esté en todo su esplendor para el aniversario de Uribelarrea, que se celebrará el 18 de diciembre próximo.
El profesional a cargo del proyecto está trabajando ad honórem mientras que la mano de obra y los materiales se están cubriendo con donaciones. Quienes deseen colaborar pueden transferir un monto voluntario al alias de Mercado Pago SantuarioLujanuribe o escaneando el siguiente código QR.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas
