En la tarde del domingo 26 de enero la localidad de Uribelarrea sufrió un inédito incendio que llegó hasta el perímetro del barrio privado Chacras de Uribelarrea quemando a su paso unas cien hectáreas de pasto, destruyendo árboles, alambrados y hasta una plantación de nogales pecán.
El siniestro se originó en un monte ubicado en el kilómetro 80 de la ruta 205, sobre la mano derecha mano a Uribelarrea. El viento reinante en la jornada del domingo desplazó cenizas hacia la otra banquina generando el dramático incendio en la zona suburbana del poblado.
De acuerdo a los datos que pudo reconstruir InfoCañuelas, el monte de acacias, con una superficie de alrededor de 50 hectáreas, se encuentra ubicado sobre un campo bajo de 112 hectáreas. Al fondo hay una inmensa cava.
Hace un par de meses una empresa fue contratada para rociar el monte con glifosato, secar las acacias y facilitar su extracción con el objetivo de un futuro loteo. Los lugareños afirman haber visto un dron que sobrevolaba la zona aplicando el producto, lo que explica el tono cobrizo que adquirió el follaje.
En simultáneo, un leñero de Cañuelas fue convocado para extraer los árboles y hacer leña. El ramaje fino residual habría sido cortado, amontonado y quemado en el lugar, lo que habría provocado una decena de incendios el último mes, todos los cuales fueron sofocados por los bomberos de Cañuelas.
Resulta incomprensible que luego del primer siniestro accidental se haya insistido con la misma práctica en plena sequía. Vecinos de la zona revelaron a InfoCañuelas que en uno de esos focos el leñero quedó atrapado en su propio fuego, tanto es así que su camioneta fue alcanzada por las llamas y tuvo que ser rescatado por un amigo cuando se escapaba del predio.
A raíz de lo sucedido ayer –sobre todo por la situación de peligro que vivió la comunidad de Uribelarrea y el enorme costo logístico de movilizar un centenar de bomberos- la Fiscalía 2 de Cañuelas, a cargo de la Dra. Norma Pippo, abrió una causa por “Averiguación de ilícito” a los fines de determinar si el siniestro fue accidental o si hubo un manejo negligente del desmonte, pasible de una sanción penal.
El gran anuncio que se esfumó
Este campo de 112 hectáreas fue noticia a mediados de 2011, cuando el martillero Ariel Garzón presentó un mega-proyecto denominado “Complejo Parque Turístico-Hotelero Laguna Cañuelas”.
En una conferencia de prensa que brindó junto al entonces intendente Gustavo Arrieta, Garzón anunció que en lugar se crearía un complejo de 80 hectáreas conformado por una laguna sembrada con pejerreyes, truchas y salmones para desarrollar la pesca deportiva. Dijo que habría muelles y bajadas para embarcaciones con el objetivo de promover la motonáutica, navegación a vela, y hasta esbozó la idea de que se podría practicar windsurf, kitesurf, canotaje, remo, kayak y buceo. Acompañando el sector de lagunas habría una hostería, bungalows, salón de eventos, área de camping y juegos, sector gastronómico y proveeduría.
El arquitecto Hernán Elizalde sería el responsable del diseño general; la firma Inglese Consultores S. A. se encargaría de la obra lacustre; y la abogada Ana Vidal de Lamas del estudio de impacto ambiental.
El 31 de mayo de ese año Garzón y Arrieta firmaron un acuerdo según el cual el municipio recibiría un 30 por ciento de todas las ganancias del emprendimiento para ser destinadas a “uso social”. El convenio –que nunca fue derogado– al igual que el certificado urbanístico fueron aprobados por el Concejo Deliberante en la Ordenanza 2733 de 2010, votada por unanimidad.
Pasó el tiempo y el proyecto no avanzó, salvo la extracción de tierra, que dejó una cava de 10 hectáreas. En octubre de 2012, de la mano del concejal Guillermo Pérez, el bloque de la UCR presentó un pedido de informes para conocer el avance de las obras. El pedido no tuvo curso y fue archivado con el argumento de que el expediente se encontraba en la OPDS provincial.
En 2016 el bloque de concejales de Cambiemos elaboró un nuevo pedidos de informes –que nunca llegó a ser debatido en el recinto– con duros cuestionamientos al emprendimiento de Garzón. “Habiendo transcurrido seis años desde la aprobación, no se ha dado cumplimiento a la implantación del proyecto. Al día de la fecha solamente existe una cava. Sería lamentable comprobar que todo fue un montaje para encubrir una actividad minera” ironizaba la iniciativa del bloque opositor.
Luego agregaba: “No sólo no se han construido las instalaciones prometidas, sino que ni siquiera la laguna proyectada ha sido concluida, encontrándose en su lugar un hoyo que requiere ser llenado de modo expeditivo, en virtud de los riesgos que implica para la población puesto que es de público conocimiento que en la mayoría de los casos estos espacios abiertos son utilizados por los habitantes, en la época estival, como estanques o piscinas”.
Por último, los concejales autores del proyecto se preguntaban quiénes eran los inversores y pretendían que el Ejecutivo les otorgara un plazo de dos años para tapar la cava realizada a los fines de devolver el “equilibrio ambiental” y “revertir el daño causado”.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas