El otoño es una de nuestras estaciones preferidas. El contraste en las hojas de los árboles con sus colores verdes, amarillos y rojizos enmarcan las calles en esta época. Afloja el calor agobiante de verano y empiezan gradualmente los días más frescos.
Y de a poco los árboles pierden sus hojas y llega el momento para podar. Pero, ¿qué entendemos por podar? ¿Para qué podamos? ¿Todas las plantas se podan en esta época?
La práctica de podar es vital para nuestros árboles y arbustos, ya que mediante la misma mantenemos -además de la limpieza y la forma- la sanidad en las plantas.
Pero ¿hay que podar todos los años? Notamos que es una práctica extendida podar tanto árboles como arbustos todos los años. Pero la verdad es que es una costumbre que puede perjudicar el normal crecimiento y desarrollo de las plantas. Es decir que si la práctica no es realmente necesaria y oportuna, o está realizada de una manera incorrecta, va a perjudicar la capacidad de reposición de aquellas partes de la planta que se eliminaron. Y esto último es lo que más queremos evitar, entendiendo que al perjudicar a los árboles y arbustos que nos rodean también afectamos nuestra calidad de vida. Nos podemos arrepentir en verano si podamos mal ese árbol que te da sombra o si lo hacemos incorrectamente en un frutal ya que dará menos fruta.
Por eso, a pesar de ser un tema muy extenso que excede este espacio, te dejo algunas recomendaciones que considero las más importantes y que te van a servir al momento de tomar la decisión de podar y cómo hacerlo de manera correcta.
¿POR QUÉ PODAR?
Los motivos principales de la poda podrán ser generalmente: por limpieza de partes secas; para rebajar la altura no deseada de las copas de árboles y arbustos; y para formación, es decir para corregir la forma de determinadas copas, por ejemplo en frutales y rosales.
Por eso podríamos caracterizar la poda que acostumbramos realizar en esta época como una poda “de mantenimiento”, cuyo principal objetivo es mantener el vigor y sanidad de la planta, y así estimular el rebrote y reemplazo de estructuras dañadas o envejecidas.
Diferente es el caso de los frutales los cuales ya vienen para el plantado con una poda de formación y la poda que le vamos a realizar después del plantado tendrá otros objetivos tales como generar aquellos órganos o estructuras vegetativas y reproductivas que favorezcan su entrada en producción en el menor lapso de tiempo posible, y en consecuencia asegurar una floración y fructificación sostenida, para favorecer una cosecha regular cada año.
En resumen, las razones que debemos considerar al momento de decidir podar son:
A) Mantener a las plantas con una forma armónica y sana, eliminando ramas muertas, que son fuente de propagación de enfermedades
B) Mejorar la producción de flores y frutos
C) Limitar el crecimiento para evitar un desarrollo denso que afecte la sanidad de la planta y que favorezca la instalación de organismos patógenos
D) Corregir o eliminar daños por heladas, tormentas, etc.
E) Conducir o dirigir el crecimiento para cumplir con necesidades funcionales tales como generar sombra, etc.
¿CUÁNDO PODAR?
El momento adecuado para podar es otoño-invierno, luego de las primeras heladas, cuando ya esté bien presente el frío.
Conviene hacer una diferencia entre dos tipos de plantas. Aquellas de hoja caduca, y las de hojas perennes que están verdes todo el año. Uno de los motivos principales por los cuales se poda en esta época tiene que ver con que las reservas de “energía” de la planta son altas, lo cual favorece una buena cicatrización, la salvia elaborada circula lentamente, y en el caso de las caducifolias, al encontrarse sin hojas, facilita la operación de la poda. No conviene realizar podas durante el brote de primavera ni en verano ya que la planta se encuentra muy activa y en pleno crecimiento (salvo algunas excepciones). Las plantas de hoja caduca son las primeras en podarse y para las de hoja perenne deberíamos esperar los fríos de junio o julio, ya que al mantener la hoja siguen activas por más tiempo.
¿CÓMO PODAR?
Una vez que tomamos la decisión de proceder con la poda debemos considerar qué herramienta utilizar a fin de poder efectuar un corte limpio. Es decir, que el corte que realicemos no genere una rasgadura o desgarro en la corteza de la planta. Por ejemplo, el corte de la totalidad de una rama secundaria lateral debe ser realizado bien al ras del tronco o tallo principal, sin dejar muñones o tocones, a fin de evitar rebrotes desprolijos en ese tramo de la rama que se deje sin cortar.
No olvidemos que cada corte implica una herida de apertura en la planta, que facilita el ingreso de patógenos, por lo cual siempre convendrá de ser posible realizar una desinfección del material de corte que utilicemos, como así también la aplicación de pasta cicatrizante en las heridas.
El corte, como señalamos, debe ser seco y limpio, sin desgarros, considerando el comportamiento de crecimiento de la planta y hacia dónde lo queremos dirigir o conducir. Para ello es necesario identificar hacia dónde apunta la yema axilar.
¿Qué es una yema axilar? Es un agrupamiento de células que no se encuentran diferenciadas aún, en un órgano de la planta. Es decir, es un futuro brote vegetativo que se encuentra ubicado en la intersección del nudo del tallo y el pecíolo de la hoja. Al realizar el corte, voy a inducir la brotación de esa yema, por eso es necesario identificarla, ya que si la yema apunta al interior de la copa del árbol o arbusto, estoy induciendo el crecimiento de una rama que va a entrecruzarse, impidiendo así el ingreso de luminosidad al interior de la copa. En la mayoría de las plantas es entonces recomendable que la yema más cercana al corte no apunte hacia el interior sino hacia el exterior.
Por último, el corte debe ser realizado “a bisel”, no perpendicular, sino en forma oblicua. La parte inferior del corte no debe encontrarse en dirección a la yema axilar. Es decir que la yema axilar debe quedar en la misma posición de la parte superior del corte apuntando hacia afuera de la planta, y la parte inferior del corte hacia adentro de la copa.
Como mencioné al principio, el tema es muy extenso, pero intenté brindarte algunos de los tips más importantes.
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Juan Pablo Truglia.
Técnico en Floricultura. Facultad de Agronomía. UBA.
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Escrito por: Juan Pablo Truglia