Hay muchas prácticas que se realizan en el cultivo de cítricos tendientes a mejorar su crecimiento o fructificación. Muchas de estas prácticas se han transmitido de generación en generación, y forman parte de un conocimiento general de las plantas. Es un conocimiento muy importante, con un fundamento en la observación, que probablemente nos pasó una abuela, u otro familiar o conocido que le gustaban las plantas y que valoramos mucho ya que fue nuestro primer acercamiento a este maravilloso mundo.
Algunas de estas prácticas son ciertas, y otras no tanto. Por eso es interesante entender (sin desmerecer en ningún caso este conocimiento general) cuál es su fundamento técnico y si realmente va a ayudar a tener un resultado positivo, negativo o neutro en el cultivo de nuestros cítricos. En este artículo te contamos tres de esos mitos y verdades.
-¿Es cierto que al limonero para que dé frutos hay que pegarle?
Una de las prácticas que más hemos escuchado y nos han consultado es que al cítrico para que dé frutos hay que “pegarle”. Algunos hasta nos han contado que le han pegado con una cadena. Hace poco me consulta una vecina, si sabía porque el limonero no le daba frutos. “Hace años que lo planté y está injertado pero no me da frutos. Me dijo un vecino que para que me dé frutos hay que pegarle, ¿es cierto?”.- Es una consulta frecuente, que tiene su justificación técnica, la cual vamos a explicar.
Existe una técnica en el cultivo de cítricos que consiste en la eliminación de una porción de la corteza y el floema del árbol en la base del tronco o en las ramas principales, llamada “anillado”. Dicha práctica consiste en eliminar lo que se llama anillo o circunferencia, con el fin de interrumpir el flujo de savia elaborada hacia la parte superior del árbol. Esta técnica se utiliza principalmente para controlar el tamaño y la vigorosidad del árbol, y para mejorar la calidad y cantidad de la fruta.
El anillado se realiza en la época de crecimiento activo del árbol, generalmente a mediados o finales de la primavera, cuando la savia fluye con mayor intensidad. La técnica consiste en hacer un corte circular en la corteza y el floema del árbol, con una profundidad que puede variar según la especie y la edad del árbol. El corte se realiza con una herramienta afilada, como un cuchillo o una sierra de mano, y se debe asegurar que el anillo sea uniforme y completo.
El anillado produce una disminución importante en el flujo de savia hacia la parte superior del árbol, lo que provoca una reducción en el crecimiento vegetativo y un aumento en la producción de frutos. Además, el anillado puede mejorar la calidad de la fruta, ya que al reducir la cantidad de savia que llega a los frutos, se aumenta la concentración de nutrientes y azúcares, lo que puede mejorar el sabor y el tamaño de la fruta.
Ahora bien, es de destacar que el anillado es una técnica que debe ser realizada con precaución y bajo supervisión profesional, ya que un corte demasiado profundo o extenso puede provocar la muerte del árbol. Por esta razón, se recomienda realizar el anillado bajo la supervisión de un técnico especializado o un experto en el cultivo de cítricos, y de ninguna manera golpear al árbol lo que le podría producir un daño y en consecuencia una abertura por la que pudiesen ingresar patógenos y enfermar la planta.
Anillado en cítricos.
¿Es cierto que ponerles clavos oxidados les hace bien a las plantas?
Mi abuela le ponía clavos oxidados a las macetas porque decía que eso le hacía bien a las plantas. Esta práctica se la había enseñado su hermana mayor quien la habría aprendido posiblemente de su madre. ¿Pero cuál es el fundamento de esta práctica?
Sin duda, esta práctica se ha realizado a los fines de aportarle hierro a la planta o bien mantenerle la acidez. Ninguno de los dos objetivos los he podido comprobar pero tiene como sustento una enfermedad fisiológica en los cítricos llamada clorosis internerval por deficiencia de hierro.
La deficiencia de hierro en los cítricos es una enfermedad fisiológica que puede ser causada por variaciones en el pH del suelo, especialmente cuando el pH es alcalino (superior a 7,0). En estos casos, el hierro se encuentra en forma insoluble y no está disponible para las raíces de los árboles, lo que provoca una deficiencia de ese nutriente.
La deficiencia de hierro se manifiesta en las hojas de los árboles de cítricos como una clorosis internerval, es decir, una decoloración amarilla entre las nervaduras de las hojas más jóvenes, mientras que lo demás permanece verde. En casos severos, la deficiencia de hierro puede provocar una reducción en el tamaño de los frutos y una disminución en la producción de los árboles.
Para prevenir y tratar la deficiencia de hierro en los cítricos, es importante mantener el pH del suelo en un rango óptimo, preferiblemente entre 6,0 y 7,0. En suelos alcalinos, se pueden aplicar fertilizantes que contengan hierro de forma quelatada, para que el hierro esté disponible para las raíces de los árboles. Además, se puede aplicar ácido cítrico o sulfato de amonio para acidificar el suelo y reducir el pH.
Es importante destacar que la deficiencia de hierro en los cítricos también puede ser causada por otros factores, como la falta de hierro en el suelo, la presencia de compuestos tóxicos que impiden la absorción de hierro por parte de las raíces, o la competencia de otras plantas por el hierro del suelo.
En resumen en el caso de que el cítrico sufra una deficiencia de hierro lo primero que debemos intentar hacer, no es aportarle hierro, sino reducirle el pH. Es muy probable que en el suelo o sustrato el hierro este presente pero al no encontrarse en la forma que la planta lo absorbe es que se genera esa deficiencia por la falta de absorción del nutriente. Una vez que se haya bajado el pH, ahí si podemos realizarle alguna aplicación de hierro.
Si limpio las hojas con jabón blanco prevengo enfermedades.
Esta también es una práctica que se realiza y que da excelentes resultados ya que previene la formación de un complejo de hongos llamado fumagina, una enfermedad fúngica que afecta a los cítricos y se caracteriza por la formación de una capa negra y pegajosa en las hojas, ramas y frutos de los árboles. Esta enfermedad es causada por la proliferación de ciertas especies de hongos saprófitos que se alimentan de la melaza excretada por los insectos chupadores de savia, como la mosca blanca y los pulgones, que se alimentan de la savia de los árboles.
La producción de melaza por parte de estos insectos es consecuencia de su alimentación en el floema de las plantas, donde extraen los azúcares que necesitan para su supervivencia. La melaza es un líquido rico en azúcares que es excretado por los insectos y que se deposita sobre las hojas y ramas de los árboles de cítricos. Los hongos saprófitos se alimentan de esta melaza y forman una capa negra y pegajosa sobre la superficie de las hojas y ramas, lo que se conoce como fumagina.
La fumagina no es una enfermedad que afecte directamente a los cítricos, pero puede afectar su crecimiento y desarrollo al reducir la cantidad de luz que llega a las hojas y, por lo tanto, la fotosíntesis. Además, la capa negra y pegajosa de fumagina puede dificultar la respiración de las hojas y ramas, lo que puede afectar la salud del árbol.
Fumagina en cítricos.
En este caso además de la aplicación que podemos realizar en las hojas, lo más importante sería evitar el ataque del por ejemplo pulgón, que es el culpable de excretar esa sustancia azucarada que provoca la proliferación del hongo. Es decir que una buena prevención consistiría en la aplicación de algún repelente preferentemente orgánico al momento de aumento en la tasa de reproducción del insecto. Al reducir la incidencia de la plaga vamos a reducir en consecuencia la aparición de la fumagina.
Como verán, en muchos aspectos las recetas de la abuela tienen su fundamento ya que tienen un conocimiento muy profundo basado en la observación, pasado de generación en generación, y transmitidas con mucho amor.
Juan Pablo Truglia.
Técnico en Floricultura. Facultad de Agronomía. UBA.
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Escrito por: Juan Pablo Truglia