La mítica fábrica abandonada ubicada en la entrada a la ciudad de Cañuelas fue mucho más que un tenedor libre de $ 3,50, como rezan los restos de pintura en su fachada.
Conocida como “El Castillo” -especialmente por la gente de paso- su nombre original fue FINACO S. A. Comercial e Industrial.
La fábrica ubicada junto a las vías del ferrocarril fue inaugurada en 1932 por Gustavo Eugenio Artaux, nacido en Chassey Les Montbozon (Francia) el 30 de diciembre de 1886.
Artaux era un industrial que se había especializado en deshidratación de alimentos, por lo que se abocó especialmente a la fabricación de leche en polvo y otros productos disecados.
También fabricó dulce de leche de marca “Che-roga” (´mi casa´ en guaraní); mate cocido con leche “Yerbalet” y “Matelet”; cacao “Yumil” y “Ski-Sito”; y té en hebras “Khiber”.
CONFLICTO CON INGLATERRA
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) FINACO exportó huevo deshidratado para Inglaterra e Irlanda con destino a los soldados que combatían en el frente.
Concluido el conflicto bélico, se inició un reclamo recíproco entre las autoridades argentinas y el Ministerio de Alimentación británico por las ventas de huevo desecado, manteca y carne deshidratada que habían realizado las empresas FINACO, CIABASA, PAASA y Frigorífico Anglo.
El conflicto diplomático y comercial generado en tiempos de guerra duró varios años hasta que en 1956 la embajada británica en Buenos Aires propuso zanjar la disputa mediante una mutua renuncia de las reclamaciones y un pago a la Argentina de 400 mil pesos m$n como “liquidación definitiva de los asuntos”.
El acuerdo fue homologado mediante el decreto 10.871 firmado el 11 de septiembre de 1957 por el presidente de facto Pedro Aramburu (el documento se reproduce más abajo en su totalidad).
En el mismo decreto se le condonó a FINACO una deuda de 30.498 pesos m$n por impuestos impagos en concepto de sobrecargo de 2 centavos por docena de huevo para el “Fondo de fomento avícola”.
PRODUCTOS MEDICINALES Y MATERIAL FOTOGRÁFICO
Artaux fue propietario de importantes extensiones de campo en la localidad de Serrano, al sur de Córdoba, de donde procedían hierbas serranas que se utilizaron para la fabricación de productos medicinales naturales.
A partir de la década del 50 incursionó en el desarrollo de estos productos con marcas como Fibaber, Lactofin, Acitrinol, Aciberol y Digesterol. Se dice que fue el creador de la fórmula del Reliverán, luego vendida a un laboratorio internacional.
A fines de esa década FINACO fue transferida a Industrias Materiales Fotográficos Argentinos (IMFASA), una firma que se dedicada a la importación de películas fotográficas cuyo titular era el alemán Guillermo Woters.
A partir de 1961, antes de la quiebra definitiva, IMFASA fraccionaba bobinas de película fotográfica que provenían de la fábrica alemana Adox Photo Werke. Se vendían el mercado nacional baja la marca “Wena Pan”.
La reconocida fotógrafa y retratista Annemarie Heinrich -amiga de Woters- tuvo un local comercial en la ciudad de Buenos Aires donde se promocionaba esas películas WENA procedentes de Cañuelas.
Germán Hergenrether
Escrito por: Germán Hergenrether