Este jueves se cumplen 40 años de la desaparición de Esteban Alfredo Reimer, secuestrado por un comando militar en su casa de Cañuelas el 5 de enero de 1977.
Nacido el 11 de marzo de 1948 en Capital Federal, al momento de su desaparición tenía 29 años. Casado con María Luján "Maruca"Ramos, tenía una nena de un año (Malena, designada en 2014 directora de Derechos Humanos del municipio de Cañuelas) y otro bebé en camino.
Teby -como lo conocían sus seres queridos- trabajaba en Mercedes Benz y formaba parte de un grupo de delegados de la firma localizada en González Catán. El día anterior había estado negociando, en la oficina central de la empresa en Capital Federal, la reincorporación de más de cien empleados cesanteados, por lo que siempre se sospechó que la multinacional se encontraba detrás de su secuestro.
El sitio Desaparecidos.org relata que esa misma noche llevó a dormir a su hija de un año, mientras su esposa - embarazada de cinco meses - lavaba los platos. A la una de la mañana tocaron a las ventanas gritando "policía". Al abrir la puerta, ocho hombres armados irrumpieron en la casa. Dijeron venir a nombre del Primer Cuerpo del Ejército. Se fijaron en una lista y le preguntaron a Esteban si se llamaba Reimer. Cuando asintió, le ordenaron que se vistiera y los acompañaron. Revolvieron toda la casa, tiraron libros y discos al suelo y rompieron una foto de Eva Perón. Antes de irse, dijeron "Es por lo de la fábrica" y tacharon el nombre Reimer de su lista.
Días después María Luján se contactó con la joven abogada Haydée Martínez, la única que se animó a presentar un hábeas corpus pidiendo por la liberación del obrero cañuelense. En 2001 declaró en el llamado Juicio de la Verdad, en el que se debatió el caso y se analizó la complicidad empresarial.
La comunidad de Cañuelas rindió repetidos homenajes a Reimer. La colectora ubicada frente al barrio Libertad lleva su nombre, al igual que el patio del Instituto Cultural.
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Escrito por: Redacción InfoCañuelas