Fumaba en pipa, se trataba los dolores del cuerpo con yuyos y se mantenía totalmente lúcida. Se trata de Miguela Zequeira, la mujer más longeva de Cañuelas y una de las más ancianas del país que acaba de fallecer el 11 de septiembre, a los 112 años, en su casa del barrio San Ignacio.
Nació el 29 de septiembre de 1908 en Colonia Tatacuá, en el departamento de Concepción, provincia de Corrientes. El próximo 29 de septiembre cumpliría 113 años. “En su documento figuraba con 96 años porque fue anotada cuando tenía 16, algo bastante común en esa época, cuando la gente vivía aislada en el campo y sin contacto con el registro civil” cuenta su nieta Yolanda Ponce.
Miguela tuvo 14 hijos (la mayor tiene 89 años y otros ya fallecieron). Durante su juventud en Corrientes trabajó en la cosecha de algodón. Antes de cumplir 40 años quedó viuda y entonces se mudó a Cañuelas, donde trabajaban algunos de sus descendientes. Durante décadas vivió en la zona rural de Gobernador Udaondo hasta que se instaló con su hijo Clementino en el barrio San Ignacio.
“Estuvo en el Hospital pero la mandaron a la casa porque sólo tenía cansancio. Hasta el último días estuvo totalmente lúcida, reconociendo a toda su familia”, destaca Yolanda.
“Seguía fumando en pipa y tomando mate amargo, seguía manteniendo sus raíces y creencias correntinas, no tomaba medicamentos y si le dolía algo, se preparaba algún yuyito. Todo eso se lo fue transmitiendo a sus hijos. Para la edad que tenía estaba muy sana y se manejaba sola”.
A pesar de su avanzada edad la familia de Miguela lloró su muerte con el sentimiento de un hecho sorpresivo, inesperado. Entre sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos se había hecho carne la idea de que la “Nona” -como le decían- era eterna.
Miguela estaba entre las personas más ancianas de Argentina, récord que ostenta Casilda Benegas de Gallego, residente en la ciudad de Mar del Plata y nacida en Paraguay el 8 de abril de 1907.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas