Bajo un sol reparador y con una importante cantidad de feligreses, la comunidad parroquial de Cañuelas celebró la fiesta de la Virgen del Carmen.
A diferencia de lo ocurrido el año pasado, cuando el prolongado aislamiento impidió celebrar un encuentro presencial, en esta oportunidad los vecinos pudieron realizar la tradicional procesión que partió desde el templo siguiendo por las calles Del Carmen, Libertad, San Martín, Independencia, 9 de Julio, Brandsen y Del Carmen para regresar al punto de partida.
El camino de los fieles estuvo precedido por la imagen de la patrona cargada en hombros por los bomberos voluntarios, y un paso más adelante el padre Ramón Costilla.
La particularidad de esta procesión es que por primera vez no estuvo presente el obispo ni ningún otro representante de jerarquía de la Diócesis. Desde su asunción, en agosto de 2019, monseñor Jorge Torres Carbonell no presidió ninguna misa en parroquia central de Cañuelas, la más importante de la diócesis bajo la advocación de la Virgen del Carmen.
En el cierre de su homilía, el padre Ramón se refirió a esa llamativa ausencia. “Quiero hacerles llegar el saludo de nuestro obispo. Cuando fui a invitarlo él ya tenía otros compromisos tomados y no lo quise presionar ni nada, me pareció que no correspondía. Esta vez la providencia, como digo yo, quiso que tengan que bancarme a mí. Son esas cosas que también Dios te regala”.
En la jornada llegó un mensaje grabado en video del ex obispo de la Diócesis, monseñor Gabriel Barba. “Desde San Luis les mando un fuerte abrazo. Los llevo siempre en el corazón” saludó. Costilla mencionó otros saludos del ex obispo Juan Horacio Suárez, de Virginio “Ginio” Isotón, Jorge de Menditte y Onofre Pighin.
Acompañado en el altar por el ex párroco local Mario Slongo, el párroco de Uribelarrea Ulises Nicolea, el padre Federico y el vicario Pablo Carusso, Ramón mencionó el agradecimiento a los Bomberos Voluntarios, a las fuerzas de seguridad, a la intendente Marisa Fassi, a Gustavo Arrieta (sentados en la primera fila del auditorio) y especialmente a la comunidad. “Todos tenemos el mismo valor a los ojos de Dios”, subrayó en ese tramo de sus palabras.
En el epílogo de la jornada festiva Yamila Cafrune cantó el Himno Nacional Argentino y luego levantó aplausos con su versión de “A la virgen del Carmen” de Horacio Fontova. ¿No quiere cantar otra? le pidió tímidamente el padre Ramón, entusiasmado con la música. “Estamos añorando mucho estas cosas, ustedes y yo”, reflexionó Yamila, que entonces entonó a capela “Virgen morenita”, esa bella composición de su papá.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas