En octubre se conmemora el “Mes del legado del padre Ale”, una celebración que organizan los feligreses de la capilla Desatanudos con el objetivo de mantener viva la memoria del padre Alejandro Delorenzi, fallecido el 17 de octubre de 2018.
Es así que muchos de los fieles que acompañaron al padre Alejandro en su labor pastoral en Cañuelas siguen organizando acciones recreativas, culturales y solidarias.
Como parte de esa idea, los alumnos de canto de El Cultivo se presentaron en el Hogar San José para compartir con los abuelos un puñado de canciones ancestrales, en grupo, con un tinte lúdico y otras canciones con mensajes de paz, amor y esperanza. Entre ellas sobresalió “Para la guerra, nada” esa bellísima letra de la compositora colombiana Marta Gómez que cala hondo en el corazón en este momento de tragedia en Ucrania y Medio Oriente.
Fue una verdadera fiesta, no sólo para los abuelos, sino para los alumnos de canto, que pudieron experimentar la magia de cantar para otros y compartir su música.
“Aprender a cantar es algo que a cualquier ser humano le hace bien. Cantar es sacar el alma un ratito a dar vueltas, ese ratito que dura cada canción. Cantar nos hace siempre súper bien. En El Cultivo, en Laialá, aprendemos a cantar, a veces solos, en dúos o tríos, y muchas veces en ronda, juntos, mirándonos a los ojos, para acompañarnos en esa maravillosa intemperie. Somos espejos unos de otros al cantar esas canciones ancestrales. Las aprendemos a cantar jugando. Chicos y grandes. Sin letras, ni pistas ni instrumentos” reflexionó La Iácona acerca de esta experiencia.
Laialá (proyecto de El Cultivo cuya denominación combina el apellido de Virginia con el tarareo) es un proyecto digital que abarca al Cultivo y engloba temáticas profundas en torno a la educación y a la búsqueda de empatía en los sistemas educativos actuales.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas