A principios del siglo XX un inmigrante francés de sólo 26 años creó la FINACO S. A. Comercial e Industrial, una firma alimenticia que funcionó en el gigantesco edificio de las Rutas 3 y 205, conocido en la actualidad como "El Castillo". A lo largo de tres décadas la empresa se especializó en la fabricación de alimentos deshidratados destinados al mercado interno y a la exportación.
Ese industrial pionero en la industria de Cañuelas fue Gustavo Eugenio Artaux, nacido en Chassey Les Montbozon (Francia) el 30 de diciembre de 1886.
Hijo de Justino Enrique y de Pelagia Cuenol, emigró a la Argentina tras egresar de la Escuela de Comercio de Francia. Casado con Yeannette Epaillard, tuvo un hijo, llamado también Gustavo, y tres nietos: Susana, Luis Roberto y Gustavo Enrique.
Según el diccionario biográfico "Quién es quién en la Argentina" (G. Kraft Ltda., 1941), Artaux fue director del Banco Francés del Río de la Plata desde 1929 y vicepresidente del mismo desde 1947; miembro del directorio de la compañía de Seguros Generales "El Cóndor" desde 1925 y vicepresidente desde 1951.
Fue además vicepresidente de Saint Fréres Ltda.(1927-32) y miembro del Directorio de la Financiera Inmobiliaria Río de la Plata (Safirp) entre 1932 y 39; presidente de la Unión de Fabricantes de Bolsas (1924-34); presidente del Mercado de Yute y Algodón (1927-34) y de la Cámara de Comercio Francesa. Integró varias instituciones, entre ellas la Unión de Combatientes y el Club Francés; y recibió las distinciones de Caballero de la Legión de Honor y Caballero del Mérito Agrícola.
En 1912 creó la empresa de alimentos FINACO S. A., proyecto que interrumpió al ser convocado para combatir en la primera Guerra Mundial (1914-1918). Tras su regreso a la Argentina retomó esa empresa, que culminó con la construcción de la monumental planta ubicada en Rutas 3 y 205, inaugurada en 1932.
Allí se fabricaba leche en polvo y dulce de leche de marca “Che-roga” (mi casa en guaraní); y además se envasaba diversos productos como mate cocido y cacao “Yumil” y té en hebras de la marca “Khiber”.
Té Khiber, uno de los productos que se envasaba en FINACO.
A mediados de la década del 40 Artaux inauguró una segunda planta de FINACO en Trenque Lauquen, en plena cuenca lechera. El edificio se destruyó por completo en un incendio ocurrido el 24 de junio de 1943.
En 1947 FINACO S. A. fue intervenida por la Dirección Nacional de Industrias del Estado (DINIE) creada por Juan Domingo Perón, lo que produjo su definitivo declive. En 1961 la planta de Cañuelas reabrió con el nombre de IMFASA (Industria de Materiales Fotográficos Argentinos Sociedad Anónima Comercial e Industrial y Mandataria) bajo el control de Guillermo Woters, un empresario vinculado al peronismo. En ese segundo período se dedicó al fraccionamiento de placas radiográficas y películas fotográficas que se comercializaban bajo la marca Wena. En la actualidad el edificio abandonado pertenece a la familia de Néstor Corsi.
Artaux siguió siempre vinculado a Cañuelas. Además de aportar los recursos para la edificación del puesto de la Policía Vial, construyó su casa de fin de semana en el barrio Peluffo.
En la semana de la industria, InfoCañuelas trae a la memoria a este gran emprendedor que a pesar de su obra no ocupa ningún lugar de honor en la historia local. A excepción de una calle del Parque Industrial (PIC) llamada "Finaco", no hay placas ni monumentos que recuerden a Gustavo Artaux, un empresario tan innovador y visionario como el fundador de La Martona, Vicente Casares.
Germán Hergenrether
Escrito por: Germán Hergenrether