22 de noviembre. Cañuelas, Argentina.

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Homenaje a la Dra. Solange Hidalgo Mazzanti

El rancho cultural Los Uncalitos cerró el ciclo 2007 con un reconocimiento a la médica cañuelense por su desempeño en el ámbito de la medicina pública.

Pablo Garavaglia y Susana Frasseren son personas fascinantes; de los amigos que nos gusta escuchar y que nos escuchen; con quienes la palabra tiene ese gustito untuoso, profundo, y a su vez ágil y diáfano. 

La palabra en ellos es una búsqueda, una creación, una invitación a la memoria y a los sueños. Y con esa impronta, crearon hace casi ocho años "Los Uncalitos". Se trata de un rancho tradicional, de paredes rosa viejo y ventanas en verde oscuro, rodeado de plantas de moras, frambuesas, jazmines; hay un molino por el que trepa una glicina y los rincones están poblados de madreselvas y retamas.  Y no faltan, por supuesto, los centenarios eucaliptos en los cuales se inspiraron para bautizar al lugar (pero tal como los llamaban los paisanos: los uncalitos).

Desde el año 2000 supieron abrigar las palabras de los poetas, conducir los sueños a través de las propuestas de los pintores y fotógrafos, de los actores y de todos los que tenían ganas de sacudirse el hastío  de un pueblo amansado por la falta de sueños colectivos.  

Los Uncalitos se convirtió en un verdadero espacio de encuentro. Y eso es la cultura ¿no?.  Entrelazar vínculos, hacerse amigos, promover en los otros las ganas de juntarse y compartir... compartir la vida, los momentos, los recuerdos y las  esperanzas...

El fomento de un espacio para compartir es, quizás,  uno de los mayores logros de Pablo y Susana en una sociedad en la que prima el individualismo y el deseo de figurar.  Como en la rueda de la vida, la palabra siempre es cedida al otro para que nos traiga sus historias, sus anhelos y nos cuente lo que otros contaron... y luego sigue  otro, y vos y yo...

El domingo 25 de noviembre se cerró un ciclo de Los Uncalitos. Después de ocho años se tomarán uno "sabático", como para romper la rutina y volver a empezar, aunque -como siempre-  la invitación está para los que se quieran dar una vuelta por allí. "Cuando pases por acá, aunque no estemos,  saltá el alambrado y entrá a juntarte unas moras...",  supo decir Pablo a una fanática de estos frutos que la remontan a su niñez. "Vení y volvé a ser niña",  parece haber dicho, ¿no?. Con estas cosas nos endulzamos en Los Uncalitos.

LA ORDEN DE LA CHAVETA
Y el domingo 25, una vez más, el rancho se puso paquete y recibió a sus amigos. Y la palabra se engalanó en la voz de la doctora Solange Hidalgo Mazzanti elegida para recibir la "Orden de la Chaveta".

Solange habló de su trabajo como médica pediatra y especialista en salud pública en los escenarios más difíciles  de América Latina. Relató que vivió tantas cosas tristes para las cuales no hay palabras, sólo imágenes y sensaciones que lleva consigo en su transcurrir itinerante.   "La vida me llevó a  lugares muy lindos y a los lugares más inhóspitos con gente que no recibió nunca una vacuna, y que vive en las condiciones más extrema de vida".

En Haití -junto a un equipo de la ONU-  luchó por la vida de los niños en medio de la guerra civil, acompañada siempre por un guardaespaldas con ametralladora.  "En 2004 hubo una epidemia de difteria muy grande en Puerto Príncipe y me enviaron allí, en medio de guerra civil; había francotiradores... Fue muy difícil ver todo lo que vimos en medio de esa gran pobreza. Gracias Dios pudimos ayudar a las víctimas de un huracán devastador y controlar la epidemia".

Las provincias argentinas más pobres también la abrazaron cuando recorrió los hospitales y asistió a los enfermos. "Siempre tuve un alma muy itinerante porque creo que la salud pública debe ser igualitaria en todas las partes  del  mundo. En el 2004 se vivía una situación muy dramática en Santiago del Estero  y el presidente me mandó allí y vivimos situaciones muy difíciles".

"Con 40 años la vida me llevó a Salta -relata- donde quería hacer una experiencia con el Dr. Maradona que trabaja en los lugares más difíciles. Allí me pidieron que gerenciara el hospital materno infantil y accedí".

Solange declaró que es un ferviente defensora de la salud pública y asequible para todos. "La salud tiene que ser gratuita, igualitaria y equitativa para todos", afirmó y se llevó el aplauso de todos los presentes.

Frente a la adversidad, la médica supo imponer su espíritu y dijo que está agradecida por haber podido recorrer tantos lugares y aprender a ser parte de su cultura.  "Amo la música como mi madre, mis tíos. Yo toco la guitarra eléctrica. Hace unos años viajamos con el guitarrista de Andrés Calamaro y hablamos todo el viaje de música. Conocí a  Peteco Carabajal y esa gente es maravillosa. Una vez me dijeron ‘vamos a cantar toda la noche en un fogón, con bombo y chacarera' y me enganché. Y en Salta igual, me encantaban las peñas. Siempre fui muy rockera pero aprendí a amar el folclore. A veces también me voy a tocar con las Blacanblus".

Su relato está cargado de emociones, de simpleza, de vocación. "Cada vez que llego a un lugar lejano explico de dónde provengo, del Cañuelas de mi infancia, de los amigos, de calles y los juegos; siempre trato de explicarles cómo es mi pueblo, pues allí forjé mis sueños", comenta esta embajadora cañuelense por el mundo.

"También he pasado momentos difíciles de salud -reconoce- y les digo que sí se puede, sí se puede".
Los anfitriones le entregaron a Solange la "Orden de la Chaveta", un reconocimiento que el Rancho entrega cada año a las personas destacadas en su labor. "Este es el reconocimiento que más  me llega porque es el de mi gente, y este espíritu itinerante va a seguir. Gracias totales", comentó la doctora Hidalgo Mazzanti, y recibió el abrazo de su madre Marta y su hermana menor, Tais.
También la acompañaron sus amigos de la niñez, maestras y profesoras de la escuela Estrada en la que cursó sus estudios secundarios. 

Jorge Morhain propuso que la doctora Solange Hidalgo Mazzanti sea declarada Ciudadana Ilustre de Cañuelas y todos recibieron la idea con un aplauso.

LA DESPEDIDA
Pablo y Susana se despidieron de los ciclos mensuales y anunciaron que en el 2008 habrá algún encuentro (como para despuntar el vicio). Chola Rizzi, Elda Parra, Tito Riva y Marta Testa se arrimaron al micrófono para tomar la palabra y destacaron que Los Uncalitos es un espacio vital para la cultura. 
Como cierre, la palabra se hizo canción y Coral Cañuelas le puso música a la tarde mientras los presentes comenzaban a degustar el rico vino del rancho.

Lic. Telma Martines
INFOCAÑUELAS
26-11-07

Escrito por: Redacción InfoCañuelas