Muchos de los cañuelenses que pudieron ver la película Argentina, 1985 se habrán sorprendido al reconocer al abogado cañuelense Gustavo “Pacho” López parado en una foto junto a los fiscales Julio César Strassera y Luis Moreno Ocampo. También es posible advertirlo en un fragmento documental, aplaudiendo en un palco mientras Strassera pronuncia su inolvidable “Nunca más”.
La presencia de López en el histórico juicio a las Juntas Militares tiene una explicación. Como lo reveló InfoCañuelas en un artículo publicado en 2020, a los 27 años ingresó a trabajar en la Subsecretaría de Derechos Humanos, por entonces a cargo del filósofo Eduardo Rabossi. Desde ese lugar, y junto a un equipo de siete jóvenes abogados (Mabel Colalongo, María Del Carmen Tucci, Nilda Peralta, Alberto Julio Sisini, Pablo Kanovich, Juan Alejandro Kawabata y Eduardo Manera) se ocupó de desmenuzar y encontrar los vasos comunicantes entre los cerca de 8 mil legajos sobre desapariciones forzadas, vejámenes y otros delitos reunidos por la Conadep; y hacer foco sobre los casos más emblemáticos.
El informe elaborado por ese equipo auxiliar fue utilizado por los fiscales para fundamentar la acusación contra Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Orlando Ramón Agosti, Roberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini, Omar Domingo Rubens Graffigna, Leopoldo Fortunato Galtieri, Jorge Isaac Anaya y Basilio Lami Dozo, todos ellos condenados, algunos a reclusión perpetua.
“Yo también me sorprendí al encontrarme de pronto en un primer plano en la pantalla del cine. Ni siquiera recordaba la existencia de esa foto, que fue tomada el día que entregamos la prueba”, contó López a InfoCañuelas, luego de ver la película en una sala de Canning.
Gracias a su conocimiento directo de los sucesos, salió del cine con un sabor agridulce, con una visión crítica de la película dirigida por Santiago Mitre y protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani en los roles de Strassera y Moreno Ocampo, respectivamente.
Si bien López reconoce que se trata de una obra de ficción de corte comercial, se siente decepcionado por algunas groseras omisiones. “Lo que más me hace ruido -señala- es que prácticamente se anula el rol fundamental que tuvo Raúl Alfonsín como promotor de ese juicio cuando los militares aún conservaban muchísima influencia y poder. Tampoco se dice que el Partido Justicialista estaba en contra del juicio a los militares y que no apoyó la formación de la Conadep”.
López subraya que por su función de auxiliar fue testigo de situaciones muy delicadas que no fueron consideradas y que podrían haber enriquecido la trama desde el punto de vista del suspenso.
“Un día viene Rabossi, nos reúne y nos transmite un mensaje del ministro del Interior de Alfonsín, Antonio Tróccoli. Concretamente nos dice que el SIDE había detectado contactos entre militares en actividad que estaban preparan do un golpe de Estado para evitar el juicio, es lo que luego se conoció como ´Operativo Celeste y Blanco´. Y que el primer objetivo del levantamiento era matar a los que trabajábamos en Derechos Humanos, que éramos los que teníamos los datos porque habíamos analizado a fondo todos los legajos de las desapariciones. A partir de ese informe de SIDE nos ordenaron buscar una embajada para asilarnos si el golpe ocurría. En mi caso opté por la Embajada de Colombia, porque tenía conocidos trabajando allí”.
Agrega que Darín realiza una soberbia interpretación de Strassera, a quien López trató con frecuencia durante los meses previos al juicio. “Era un hombre brillante y a la vez muy sencillo. Estuve dos o tres veces trabajando en su casa, un departamento muy austero de la calle Marcelo T. de Alvear, cerca de los Tribunales. Me acuerdo que analizábamos los expedientes sobre la mesa familiar y por ahí parábamos un rato para encargar unas pizzas”.
“Lo que sí rescato -añade el letrado- es que más allá de las omisiones, la película permite poner en análisis ese momento bisagra de la historia argentina”.
Germán Hergenrether
Escrito por: Germán Hergenrether