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En el comienzo del nuevo año una noticia golpeó a los nostálgicos que bailaron con sus temas en noches interminables: había muerto Dante Cartasegna, el creador del mítico “Combo Maravilla”, ese conjunto surgido en 1961 que animó fiestas, carnavales y veladas en clubes de barrio a lo largo de 25 años.
Dante Omar Luis Cartasegna -tal su nombre completo- nació en Cañuelas el 5 de diciembre de 1932. Apasionado por la música, desde muy chico aprendió a ejecutar el saxo y luego el acordeón, teclados, bajo, percusión y guitarra. Se perfeccionó con el profesor Zanzarelli de Lobos, hasta convertirse en un músico versátil que dominaba cualquier instrumento.
En sus comienzos, a mediados del siglo pasado, integró orquestas típicas de tango, valses, foxtrot y paso doble junto a grandes maestros de la época como Alberto Peredo, Donato, Osvaldo Barcia, Carmelo Pepe, Morando y Celso Crespo.
En 1961 fundó el Tropicalísmo Combo Maravilla, con el que recorrió toda la provincia de Buenos Aires, Capital Federal e incluso otras provincias, con presentaciones en Colonia Santa Rosa (Corrientes), Ingeniero Luiggi (La Pampa) y el Club Colón de Santa Fe.
La formación principal y más duradera estuvo integrada por Dante Cartasegna (acordeón y teclado), Coco Rivas (voz), Beto Rivas (guacharaca), “Chiribi” Juárez (guitarra), Waldemar Ortiz (bajo), Dante Omar Cartasegna (h) (tumbadora), Miguel Del Valle (timbaleta), Roberto “Tito” Véliz (batería) y Juan Carlos Pussolo (güiro).
En distintos momentos de la banda también pasaron su hijo Mario Cartasegna (timbaleta), Rubén Gioyosa (bongó), Alejandro Ocampo (bajo), Antonio Borges (güiro), Manolo López (voz y guitarra), Carlos Gallardo (bajo), El Negro Boyle (timbaleta) y Oscar Peralta (guitarra), Pedro Calderaro y Pedro Carreira, entre otros.
“El combo maravilla se destacaba por el gran ritmo que tenía, abarcando todos los ritmos de la música tropical, desde la cumbia hasta el chachachá, boleros, porro, paseaitos, gaitas colombianas y el samba brasileño” recuerda Dante Cartasegna (h), quien debutó en la banda a los 4 años tocando el güiro junto a su padre en un show en Polvaredas (partido de Saladillo). Dos años más tarde lo acompañó tocando en vivo en Radio Antártida y Radio Argentina. A los 15 años se sumó como cantante ante la repentina ausencia del vocalista principal, el gran “Coco” Rivas.
“Me quedan infinidad de anécdotas vividas con el Combo Maravilla, que era como una familia. Mi padre fue muy querido en el ambiente y al producirse su fallecimiento me llamaron infinidad de músicos, representantes y amigos que lo recuerdan como una gran persona. Era un gran amigo de sus músicos, los aconsejaba, y tenía el gran don de perfeccionarlos. Me viene a la memoria cuando me enseñaba solfeo en un pentagrama musical, luego me enseñó a tocar percusión, el bajo y los teclados. Para mí fue un padre, un maestro y un genio insuperable” relata Dante, quien siguió el legado de su padre bajo el nombre artístico de Dante Omar.
El Combo Maravilla siguió tocando hasta 1986. Al año siguiente Dante incursionó en el tango sumándose a la orquesta de Osvaldo Barcia, haciendo presentaciones en Mar del Plata, en diversos teatros y grabando su primer disco en 2004.
Tuvo cinco hijos, nietos y bisnietos, varios de los cuales siguen el camino musical. A la par de su actividad artística Cartasegna fue ordenanza del Banco Provincia, un trabajo que le permitía dedicarse a los ensayos y giras durante los fines de semana.
Hincha de Huracán, tuvo un período como entrenador de fútbol infantil del Club San Martín, en la vieja Liga de Cañuelas. “Fue un hombre extremadamente bueno que se ocupó de que los chicos jugáramos al fútbol con una vocación lúdica donde lo social se expresaba sin discursos: ofrecía un baldío y su corazón para sacarnos de la calle. Andaba por los potreros con un atado de camisetas a bastones blancos y negros que le permitían a cualquier pelandrún como nosotros, soñar que jugábamos en la Juventus” lo recordó Daniel Roncoli con ternura.
En los últimos años Cartasegna vivió en un geriátrico debido a su frágil salud, que se agravó durante la pandemia. Acostumbrado a los escenarios y a la libertad, el aislamiento y la imposibilidad de ver a sus hijos lo hundieron en una profunda tristeza. Murió el 2 de enero de 2021, a los 88 años. Dos días antes falleció su hermana menor Carmen Haydee, de 82.
No quedan registros discográficos de su trayectoria en el Tropicalísimo pero la memoria agradecida de varias generaciones guarda la cadencia de su música en esos clubes y salones remotos que lo vieron brillar.
Germán Hergenrether
Escrito por: Germán Hergenrether
