El reciente proyecto tratado en el Concejo Deliberante para modificar durante algunos días el nombre de la Av. Libertad por el de “Eva Perón” permite revisar el devenir de una arteria cuyo nombre estuvo ligado a los vaivenes políticos.
En su libro ´Bases Documentales para la historia de Cañuelas´, Lucio García Ledesma detalla que la nomenclatura de calles de Cañuelas se aprobó en 1873.
“El 15 de marzo de 1873 el intendente suplente, Emilio Argüelles, estableció la necesidad de fijar la nomenclatura de calles ´como lo está en varios pueblos de Campaña´. Y entonces se procedió a autorizar al señor Argüelles para que formulara el presupuesto de gastos” describe el historiador.
Fue así que el 29 de agosto de ese año, durante la intendencia de Desiderio Davel, se aprobó la compra de cien tablillas de zinc fundido, considerado el material más adecuado por su durabilidad.
La calle central de la traza del pueblo en su longitud Noroeste a Sudeste se denominó “Buenos Aires”. Las mismas calles paralelas en su costado nordeste se llamaron Rivadavia, Mitre, Independencia y San Vicente, en el orden expresado. Y las cuatro paralelas al sudoeste fueron designadas como Lara, Brancen (sic), Moreno y Juárez.
Las calles perpendiculares fueron denominadas San José (hoy Basavilbaso) y las adyacentes Libertad (hoy Acuña), Belgrano, San Martín, Del Carmen, 25 de Mayo, 9 de Julio, Florida, Comercio (hoy Pedro Mozotegui) y Lobos (hoy Antártida Argentina), en el orden expresado.
En la primera mitad del siglo XX la calle Buenos Aires cambió su nombre por el de Miguel A. Irigoyen en homenaje al intendente conservador que gobernó el distrito sólo dos años, entre el 1 de enero de 1920 y el 1 de enero de 1922. En septiembre de 1930, con el golpe de estado de Félix Uriburu, fue designado comisionado municipal. Falleció el 2 de diciembre de 1932.
En su tiempo fue conocido como “el Intendente gaucho” por su oficio (se dedicaba al tambo y a la producción agropecuaria) y por su generosidad. El investigador de la historia local Pablo Garavaglia rememora que Irigoyen solía prestarles vacas a los pobres que desfilaban por su despacho para que ordeñaran su propia leche y alimentaran a sus hijos. En 1933, a un año de su muerte, se acuñó una medalla en su memoria y se le dio su nombre a la avenida principal de Cañuelas, el que duraría dos décadas.
Tras el fallecimiento de Eva Duarte de Perón, en 1952, muchas calles, plazas y edificios públicos del país, incluso ciudades como La Plata, fueron rebautizados con el nombre de la ex primera dama. En Cañuelas esta modificación se realizó hacia 1953.
El golpe de Estado de 1955 (conocido como “Revolución Libertadora”) impuso la persecución a todo lo que tuviera que ver con el peronismo. Bustos y monumentos fueron destruidos y al mismo tiempo se dejaron sin efecto los nombres de Perón o Evita que se habían colocado en espacios públicos.
En ese año la calle central adquirió la denominación que lleva hasta el presente y la anterior calle Libertad pasó a llamarse “Manuel Acuña” en memoria del primer médico que ejerció en Cañuelas .
Escrito por: Redacción InfoCañuelas