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Claudio “Chaíto” Daneff retuvo por segunda ocasión su título argentino de los livianos al derrotar por amplísima decisión unánime a Cristian González, décimo en el ranking nacional de la categoría en combate desarrollado en el Polideportivo del Colegio IMEI.
Fue un combate que por las características del rival no le permitió a Daneff lucir su boxeo como en otras ocasiones, pero la carretera esta minada muchas veces de este tipo de boxeadores, desprolijos y desmañados que suelen ser incómodos para cualquiera.
Ante él Daneff mostró paciencia para no caer en la telaraña en la que pretendió enredarlo el púgil oriundo de San Fernando. Con un estilo elusivo y movimientos poco ortodoxos, desde el inicio de la pelea González procuró confundir a Daneff. Lateralizaciones que parecían virtuales escapes, repentinos cambios de guardia sin producción ofensiva y amarres constantes fue un poco del repertorio obstructivo que exhibió el rival de Chaíto.
Ante ello el boxeador de Cañuelas no se desesperó y asumió la ofensiva, intentando efectuar combinaciones de golpes. Muchas veces el local no podía conectar con claridad, producto del afán de González por defenderse que lo llevaban a adoptar posiciones ridículas. En ese trámite era obvio que el cañuelense mostrara cierta imprecisión, pero a pesar de ello esas dificultades no eran obstáculo para que desde el mismo inicio de la pelea terminara ganando cada asalto y así ir acumulando diferencias en las tarjetas de los jueces.
De esa manera y sin brillar Daneff era claramente superior. Buscando los planos bajos para quitarle movilidad al frenético “baile” de González, cuando conseguía conectar con la izquierda a fondo marcaba la pauta del combate.
Sin embargo el visitante, nunca se salió de su libreto. Llegó a Cañuelas con la premisa de no ser noqueado y en ningún momento mostró ambición para buscar algo más. En cierta medida cumplió su cometido, ya que llegó en pie al momento del campanazo final, no mostró signos de estar sentido y de alguna manera no dejó lucir a pleno a la figura. Pero teniendo en cuenta que estaba en juego un título argentino no queda duda alguna de que dejó pasar la oportunidad. Nadie busca que un boxeador se inmole y cada uno pelea como más le conviene, pero claramente lo que hizo González no tuvo nada de efectividad siendo nulo a la hora de pretender quedarse con el título.
Como aspecto positivo para Daneff, debemos rescatar que nunca se desesperó ante el accionar de su rival, soportó pacientemente el cúmulo de infracciones que llevaron al árbitro a descontarle un punto en el séptimo asalto y fue siempre el agresor y el único generador de acciones positivas en ofensiva. Con eso el cañuelense se impuso en todos los asaltos edificando una victoria incuestionable.
También mostró buena condición física que le permitió tirar los diez asaltos aun cuando su efectividad decrecía producto de las mañas del rival.
Foto: Boxeo de Primera.
Con Daneff como amplio dominador, se llegó a las tarjetas que le otorgaron la decisión de manera unánime. Marcos Barbero, Juan Carlos Palmieri y Hugo Vainesman anotaron la pelea 100 a 89 permitiendo que el cañuelense retuviera por segunda vez la faja nacional.
Buena victoria de “Chaíto”, quien tuvo soluciones para los problemas que le presentó su contrincante. Hay que saber salir de las complicaciones que pueden oponer rivales incómodos que dificultan el lucimiento. Daneff lo hizo de manera convincente y ganó sin discusión.
Jesús Daneff, claro dominador. Foto: Boxeo de Primera.
VICTORIA DE JESÚS DANEFF
En combate complementario a seis rounds, Jesús “Chechu“ Daneff se impuso por nocaut técnico en la sexta vuelta al olavarriense Luis Mato, con lo que retomó la senda de la victoria luego de su empate con Franco Cajal en febrero último.
En esta oportunidad se vio una mejor versión del oriundo del Barrio 1° de Mayo, quien a su habitual enjundia le añadió una mejora en el volumen de golpes. Respaldado por un buen estado físico, Daneff exhibió mayor continuidad en sus combinaciones.
“Chechu” es un púgil acostumbrado a no guardarse nada, siempre tira a fondo y eso lo lleva a cansarse de manera prematura. Con mucha decisión se convierte la mayoría de las veces en el agresor pero suele ser complicado por boxeadores que utilizan desplazamientos laterales para neutralizarlo. En esta oportunidad, volvió a asumir el protagonismo del combate pero siempre buscando combinar tanto a los planos bajos como con golpes directos. De esa manera Mato se veía plenamente desbordado y desbalanceado a la hora de buscar el contragolpe.
Fue así que el cañuelense acumuló ventajas desde el inicio generando acciones ofensivas de importancia. Por caso, en el tercer round, una combinación de Chechu obligó al árbitro Figueroa a efectuarle una cuenta de protección.
Daneff a diferencia de otras oportunidades no decayó en intensidad y llegó al último round sin dejar de sacar las manos. Una nueva ráfaga de golpes sin respuesta hizo que el árbitro detuviera las acciones cuando iba un minuto veinte segundos del último episodio.
Dio la sensación que Mato estaba para seguir, no obstante nada iba a hacer variar la suerte del combate que se encaminaba a un claro triunfo de Daneff por cualquier vía. Fue nocaut técnico en el sexto para el cañuelense, que a partir de ahora buscará compromisos de mayor relieve en la categoría superpluma.
Leonardo Garavaglia
Escrito por: Leonardo Garavaglia
