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Luego de varias semanas de idas y vueltas, el gerenciador Miguel Plasencia anunció su desvinculación del Cañuelas Fútbol Club un año antes de lo previsto. El contrato, que originalmente vencía el 31 de diciembre de 2024, finalizará dentro de dos meses.
La Dirección del Club encabezada por Marcelo Ponce ya se encuentra en busca de algún inversor sustituto que quiera asumir el financiamiento del fútbol profesional con un esquema distinto que le garantice a la Subcomisión de Fútbol cierta injerencia en la selección de jugadores y técnicos.
La comisión comanda por Ponce nunca se sintió a gusto con las condiciones del contrato firmado por la gestión anterior, pero no llegó a rescindirlo porque hacerlo implicaba pagarle a Plasencia toda la inversión realizada desde el inicio del acuerdo, en 2020.
Fuentes de la institución señalaron que en los últimos días hubo conversaciones directas entre Ponce y Plasencia y que en un principio la decisión del gerenciador fue continuar hasta la finalización del contrato con una menor participación en 2024 (quedaría afuera de su responsabilidad el manejo de las divisiones juveniles). Esta decisión salomónica terminó de convencer a las dos partes pero de manera imprevista Plasencia volvió sobre sus pasos y comunicó su retiro definitivo a partir del 1 de enero.
El empresario se relacionó con el club primero como auspiciante, por ser uno de los dueños de la empresa Vainillas Pozo, sponsor de la camiseta. A partir de esa relación algunos jugadores le dieron la representación, como fue el caso de Natanael Guzmán, transferido al City Group y actualmente jugador del Plaza Colonia de Uruguay.
Según los lineamientos del contrato firmado en la era de Daniel Roncoli, Plasencia intervenía en el financiamiento de la primera división y las divisiones infantiles a cambio de 60 % de la venta de jugadores. De acuerdo a los últimos números, de los 7 millones de pesos mensuales que cuesta mantener el fútbol, el gerenciador aporta una parte sustancial.
A pesar de esta importante inyección de fondos, la comisión no se sentía a gusto con el esquema porque fue perdiendo el control sobre el armado del plantel y el cuerpo técnico.
“Ahora estamos buscando a alguien que quiera apostar al fútbol profesional de Cañuelas pero mediante un sistema más flexible. Nuestro objetivo es firmar un contrato distinto al que se firmó con Plasencia, que nos permita tener otro nivel de participación en las decisiones, que el Club pueda intervenir en las contrataciones e incorporaciones” señaló Marcelo Ponce a InfoCañuelas.
“Es una búsqueda compleja –reconoció– porque todas las empresas quieren algo a cambio. Pero dar algo a cambio no significa que tengamos que comprometer el patrimonio del club o que las comisiones directivas pierdan poder de decisión. La renuncia de Plasencia es muy reciente, todavía no nos hemos contactado con nadie, pero seguramente encontraremos a alguien”.
Ponce destacó que hasta el 31 de diciembre está garantizado el financiamiento y el pago de sueldos tal como se venía manejando. En caso de que el Club no encuentre el gerenciamiento adecuado, no quedará otra alternativa que reestructurar el fútbol.
“Si tenemos que manejarnos con un presupuesto de 4 millones, lo haremos. Si aparecer algún inversor criterioso, conversaremos. Y si no aparecer ninguno, nos manejaremos con el cheque que recibimos de la AFA por televisación más los sponsors. Sabemos que eso implicaría tener un plantel más corto. Hoy tenemos 37 profesionales, que es un montón. Habría que readaptar el fútbol a presupuesto que se pueda conseguir”.
Asimismo, Ponce destacó que independientemente de lo que suceda con el fútbol, no se afectará la economía del resto de las disciplinas. “Está garantizado que no se van a tocar otras cajas, que la gente se quede tranquila. No sólo hay que medir si Cañuelas gana o pierde cada fin de semana. Yo soy consciente de que tenemos centenares de pibes en distintos deportes y eso para mí es lo esencial”.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas
