La 16, la hinchada de Cañuelas vivió todo el partido como un verdadero clásico. Colmó la tribuna “Gringo Vai” y no paró de cantar y alentar a sus jugadores.
El partido arrancó a disputarse con el mismo fervor que bajaba de la popular local. Ida y vuelta.
San Martín en el inicio fue un poco más. Cañuelas lo emparejó y hasta tuvo la mejor situación para abrir el marcador con Rodrigo Rivas a quien el arquero de Burzaco le tapó un tiro que era de gol.
La expulsión de Martín Cicardi en una jugada aislada en el banderín de la mitad de la cancha frente al banco de Cañuelas cambió el desarrollo de ese final de primer tiempo. Ahí San Martín consiguió su gol para desnivelar.
San Martín jugó bien. Mucha rotación de pelota, paciencia en la tenencia del balón y explosión en los últimos metros para la definición.
En el complemento Cañuelas salió ordenado. Scalise tocó la pelota con la mano en el área y San Martín cambió el penal por gol.
A los 15´ el técnico Di Ciancio mandó los tres cambios juntos. A la cancha Walter Aguirre, Benaducci y Jatón. Los ingresados le dieron a Cañuelas ese plus de explosión futbolística que faltaba. Lucas Jatón por derecha se tornó imparable para una defensa de Burzaco que zozobraba casa vez más.
Los últimos diez minutos Cañuelas fue y fue en busca del descuento y así tras centro de Jatón, otro de los ingresados: Benaducci puso el 1-2
Cañuelas creyó en Cañuelas y apareció una versión a puro corazón. Así acorraló a San Martín de Burzaco, pero no le alcanzó. No hubo tiempo. Sí tres o cuatro situaciones clarísimas. Pero al final fue derrota de Cañuelas 1-2
CAÑUELAS FC: Luspa; Scalise, Ayala, Cicardi y Facundo Arrieta; Martín Arana, Javier Morales, César Peralta y Rodrigo Rivas; Hernán Chiama y Fernando Sánchez; Ingresaron: Benaducci, Walter Aguirre y Lucas Jatón.
INCIDENTES
Nuevamente sobre el final del partido hubo escaramuzas en la salida del público local, cuando “La 16” fue en busca de la veintena de hinchas, socios y jugadores de San Martín de Burzaco que se ubicaban en la popular “Rolando Ponce” sobre la calle Uruguay. Piedras, balazos de goma para dispersar a la gente de Cañuelas.
También cuando terminó el partido dentro de la cancha los ánimos estuvieron caldeados, amontonamiento de jugadores, algunos empujones y agresiones verbales dieron marco al final de un clásico que se jugó con todo.
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Escrito por: Redacción InfoCañuelas