Jesús Daneff cayó ante Damián Rojas en un peleón

En una pelea cambiante y vibrante en la que ninguno se guardó nada, el cañuelense Jesús Daneff cayó por puntos en fallo unánime con el oriundo de Cutral Có Damián Rojas, quien se quedó con el título Latino Plata Liviano del Consejo Mundial de Boxeo en combate escenificado en el Polideportivo del Colegio IMEI 

Fue claramente la mejor pelea de la carrera profesional de “Chechu” quien hizo su debut como fondista justamente en una pelea titular ante un rival que partía como favorito. 

Y seguramente el hecho de pelear por primera vez a diez rounds sumado a que fue avisado de la pelea con sólo quince días de anticipación hizo que el cañuelense mermara su rendimiento en la segunda mitad de un combate que se caracterizó por su intensidad.  

La pelea de forma notoria se dividió en dos partes en cuanto al dominio.  En los primeros asaltos fue el local el que se mostró mejor. Con un buen manejo del jab izquierdo y del directo de derecha, anticipaba a Rojas que no encontraba la distancia adecuada para filtrar su izquierda, su mano más peligrosa. Con un trabajo prolijo el local conseguía aterrizar los golpes más claros y parecía establecer diferencias en su favor (la que después no tendrían correlato en las amplias e insólitas tarjetas de los jurados). Rojas, a su vez, preso de su incomodidad intentaba pasar al ataque pero era repelido por el cañuelense quien se mostraba vigoroso y concentrado en las primeras vueltas. 

El púgil oriundo del Barrio 1° de Mayo que parecía controlar las acciones tuvo su mejor round en la quinta vuelta en la cual llegó en varias oportunidades sobre el rostro del de Cutral Có con golpes voleados que hicieron que el andar del visitante sobre el cuadrilátero perdiera armonía. Y paradójicamente lo que fue la mejor vuelta para Chechu fue el principio del fin de sus posibilidades en el combate.

Viendo que su rival no estaba en la mejor de sus condiciones, fue en busca de la definición y tiró todo lo que tenía. Daneff se llevó claramente el asalto pero prácticamente se quedó sin resto para la segunda parte de la pelea. Y es que el estilo del boxeador del barrio 1° de Mayo es ése. Boxea sin especular, con una entrega total, la que lo ha hecho un púgil que siempre da espectáculo y que se caracteriza por su guapeza. En el mismo descanso de ese round que había sido de su dominio quedó en claro que el cansancio lo había ganado, lo que sería determinante a la hora del desenlace de la pelea. 

 La segunda mitad fue otro cantar. A partir de la merma física del cañuelense, Rojas comenzó a dominar las acciones. Golpeando a los planos bajos y dándole mayor continuidad a sus envíos puso en aprietos a Daneff quien a pesar de verse superado, no resignaba sus posibilidades de golpeo, llegando con arrestos sobre la humanidad del sureño. 

Ya con Rojas en control de la pelea, llegaría el noveno asalto que sería determinante. Allí el visitante intensificó el castigo ante un Daneff que sintió la potencia de su rival aunque sin llegar a caer a la lona. Superado en volumen, el cañuelense mostró una guapeza increíble y resistió el ataque de Rojas. El dominio del visitante hizo que el árbitro Gustavo Tomas en dos ocasiones le brindara dos cuentas de protección a Chechu que terminaron de volcar el resultado de la pelea al menos en la apreciación de este escriba. 

El último asalto fue apoteótico. Cuando parecía que Rojas podía llegar a la definición, el local haciendo alarde de un gran coraje se enfrascó en violentos cambios de golpes y terminó llevándose por delante a su rival en un ambiente electrificado por la crudeza de las acciones. 

Foto: Boxeo de Primera.

Ambos púgiles culminaron el combate pegando, dando todo de sí, lo que mereció un prolongado aplauso del público que en buen marco pobló las instalaciones del colegio IMEI. 

 Rojas finalmente se quedó con la victoria por lo hecho en la segunda parte con unas tarjetas amplísimas que no reflejaron lo que fue el combate en sí. 

Con tarjetas de 99 a 89 (Marta Jara), 96 a 92 (Marcos Barbero) y 98 a 90 (Carlos Azzinaro), Díaz se alzó con la corona Latina Plata dejando su récord en 16 victorias dos derrotas y un empate.  Daneff por su parte quedó con un palmarés de diez victorias, ocho derrotas y tres peleas en tablas. 

 Párrafo aparte para los guarismos que arrojaron las cartulinas de los jurados. Para uno de los jueces Daneff solo ganó un round y para otro fueron sólo dos las vueltas en las que el cañuelense se vio favorecido. No fue eso lo que vieron la mayoría de los concurrentes. La pregunta es qué hubiera pasado si Daneff no mermaba físicamente en la segunda mitad de la pelea y la misma seguía con la misma tónica de la primera parte. ¿Se habrían animado los jueces a sacarle la victoria a Rojas quien era el favorito de la organización? Porque a pesar de que el cañuelense era el local, llegó a la pelea casi en condición de partenaire. Su gran labor hizo que una pelea para algunos tenía un resultado cantado, llegara hasta el final con incertidumbre en cuanto a su desenlace.  

Esta circunstancia seguramente amerita que Chechu vuelva a tener otra posibilidad titular en una mejor situación. Con esto queremos decir que pueda tener la preparación adecuada para una contienda por demás exigente, con el tiempo que la misma requiere. Su guapeza y su innegable coraje suplieron el poco tiempo con el que pudo prepararse para la pelea además de tener que sortear un incipiente estado gripal y lesiones físicas que le exigieron tratamiento médico hasta poco antes del combate. 

Y esto no significa excusarlo a Daneff. Él y su equipo decidieron tomar la pelea igual porque no rehúyen nunca a ningún combate. No especulan ni se quejan. Saben que el negocio del boxeo es así y se amoldan a lo que son además sus propias necesidades. 

 Pero indudablemente su valentía y esfuerzo, lo hacen merecedor de un mejor premio que sería una nueva chance en donde pueda tener la posibilidad de brindarle a su gente otra actuación como la del sábado, en donde se recibió de guapo y se consagró como un fondista de nivel.

Leonardo Garavaglia

Escrito por: Leonardo Garavaglia