El intendente Gustavo Arrieta negó hoy haber influido sobre el obispo de Gregorio de Laferrere, Gabriel Barba, para que éste designara a Walter Bejarano como nuevo cura párroco de Cañuelas en remplazo de Mario Slongo.
La semana pasada, en una reunión de presbiterio, Barba confirmó de manera extraoficial que Bejarano (actual párroco de Máximo Paz) asumiría en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen entre septiembre y octubre de este año. La noticia generó de inmediato todo tipo de rumores, teniendo en cuenta que el joven sacerdote es funcionario de Arrieta desde mayo de 2014.
A pesar de que no tiene oficina conocida en la Municipalidad ni en ninguna Secretaría, percibe un sueldo mensual de 10 mil pesos como director de Integración y Prevención de las Adicciones. Además, sólo en 2014 recibió subsidios por $ 44.000.
Estos beneficios -a los que no accede ninguna otra parroquia de Cañuelas- sumados a la relación tirante que Arrieta siempre mantuvo con Slongo llevaron a pensar en una posible negociación del alcalde con las autoridades diocesanas.
"En verdad nos ha dado vergüenza ajena leer y escuchar algunas disparatadas elucubraciones sobre una potencial intervención del gobierno municipal en posibles relevos y designaciones clericales de la Diócesis de Laferrere y particularmente en la parroquia Nuestra Señora Del Carmen. Francamente asistimos a uno de los mayores disparates de los que hemos sido víctimas, ya que no sólo no está dentro de las facultades que la Constitución nos confiere; sino que además esas aventuradas hipótesis atentan contra la legítima autoridad de la Iglesia" replicó Arrieta durante un comunicado difundido este mediodía, acompañando su firma con la de Marisa Fassi.
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Escrito por: Redacción InfoCañuelas