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Expertos de ALEA hablan sobre el juego en Argentina

El juego en Argentina ya no es solo una parte de la cultura, sino una zona de riesgo. La Asociación ALEA, que agrupa las loterías y casinos estatales, ha publicado un informe reciente a nivel nacional. En el foco están los jugadores de todas las edades, especialmente los adolescentes.

El estudio se realizó en septiembre de 2024, con 5,000 encuestados mayores de 14 años. El objetivo fue entender cómo y por qué la gente juega, cuánto gastan y qué consecuencias trae consigo.

El resultado fue más alarmante de lo esperado. Los casinos online y las apuestas móviles están reemplazando a los formatos tradicionales. Uno de cada tres realiza apuestas a través de billeteras virtuales. Muchos combinan el juego en línea con las plataformas físicas, como si ya no existiera una frontera entre ellas.

Pero el mayor crecimiento se da en el sector ilegal. Los sitios ilegales crecen más rápido que cualquier otro, especialmente entre los adolescentes. El control no sigue el ritmo. Las leyes solo funcionan sobre el papel. En la práctica, el jugador abre cualquier sitio en un par de clics.

Uno de cada tres adolescentes en Argentina ya ha apostado. Un cuarto de ellos toma dinero prestado a familiares o amigos. Algunos juegan todas las semanas. La razón casi siempre es la misma: quieren ganar dinero rápido. Los expertos en juegos de azar recuerdan que el iGaming debe ser tratado como un entretenimiento. Como nos comentaron los autores de un portal destacado de reseñas de casinos en línea modernos, la mayoría de los juegos de azar hoy se pueden jugar en modo demo gratuito, lo que permite disfrutar del juego sin gastar dinero. Sin embargo, en casos de comportamiento problemático con el juego, es mejor mantenerse alejado de estos juegos.

El problema está cerca, pero los adultos a menudo no lo notan. El 65% de los padres están preocupados, pero la mitad nunca ha hablado de las apuestas con sus hijos. Un tercio no sabe dónde ni en qué juega su hijo. Casi el mismo porcentaje no sabe cuánto gasta. El silencio se ha convertido en la norma. El control es una ilusión. Mientras algunos piensan que todo está bajo control, otros hacen apuesta tras apuesta.

Las apuestas en línea generan rechazo. La mitad de los adultos las considera un engaño. Otro tanto cree que deberían ser prohibidas. La mayoría habla de la adicción que atrapa incluso a quienes juegan “solo por diversión”. Pero a pesar de la desconfianza, el mercado sigue creciendo, tanto el legal como el ilegal.

ALEA ve la solución en un control más estricto. Más verificaciones, menos huecos para los sitios ilegales. Se promueve el dominio oficial bet.ar como símbolo de confianza y protección. Pero mientras los adolescentes siguen jugando por la noche y los padres callan, las cifras seguirán creciendo. Más rápido de lo que el sistema podrá reaccionar.

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