"Abuela, juntá urgente la plata que hay que cambiarla, porque se vencen los billetes. Papá te está esperando en el banco Provincia. Ahora te manda un remis", fue el mensaje telefónico que Irma Aliendre recibió el viernes, cerca de las 3 de la tarde. El que llamaba era un joven que se hizo pasar por Lucas, su nieto.
La mujer y su esposo, Raimundo Fernández, juntaron en una bolsa todo el dinero que tenían y aguardaron la llegada del auto. A los pocos minutos un vehículo gris oscuro tocó bocina frente a su domicilio, en Mitre al 1400.
El matrimonio comenzó a sentirse inquieto cuando el auto no se dirigió hacia la sucursal local del Provincia, sino hacia la ruta 205. El chofer les explicó que en realidad su hijo los estaba esperando en el Banco Provincia de Ezeiza.
Pero el hombre que manejaba no era un remisero sino un ladrón que a pocas cuadras del centro se detuvo y los obligó a bajar a empujones. Antes de abandonarlos en un descampado arrebató el bolso de Irma, en el que llevaba 60 mil pesos.
"Es increíble como caí en el engaño. Me agarraron distraída y encima la voz que me llamó por teléfono era idéntica a la de mi nieto Lucas. Se llevaron toda la plata que teníamos. Ahora estamos acá, sin un centavo", lamentó Irma.
"Lamentablemente no se me ocurrió llamar por teléfono a mi hijo. En un momento así te agarran distraída y uno les sigue la corriente", concluyó.
Este caso, uno más entre tantos que ha sufrido la gente mayor de Cañuelas, debe servir de advertencia para que todos estemos atentos y evitemos caer en las garras de los estafadores. No hablar por teléfono con extraños y tampoco abrirles la puerta de calle.
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Escrito por: Redacción InfoCañuelas