Una verdadera pesadilla sufrió la docente y psicóloga Lucía Saraví. En la tarde noche del lunes 11 de noviembre seis policías allanaron su casa ubicada en la calle José Hernández Nro. 51 del barrio Los Fresnos, a 50 metros de las vías del tren. En realidad la orden debió ejecutarse en una dirección melliza ubicada al otro lado de las vías, en el barrio Primero de Mayo. A pesar de que la dueña de casa no paraba de explicarles que estaban equivocados, siguieron adelante y durante 40 minutos le dieron vuelta todos los ambientes.
“Fue tremendo, llegaron con las armas a la vista, con todo el ímpetu. Les abrí y los dejé entrar porque de lo contrario me hubieran tirado el portón abajo. En todo momento intenté explicarles, pero no me escuchaban. Tampoco me dejaron usar mi teléfono ni llamar a mi abogada. La jefa del operativo era una mujer muy altanera. Me revolvieron toda la casa, me abrieron todos los muebles y cajones, me tiraron las cosas al piso, realmente fue na situación de mucho abuso de autoridad”, contó Lucía a InfoCañuelas.
El allanamiento se produjo en el marco de la IPP Nro. 1597-24 que se tramita en la UFI 2 de Cañuelas bajo la carátula de Defraudación. Es una causa en la que se investiga el robo y falsificación de tarjetas de crédito con la que se realizaron compras en comercios de Cañuelas. En la orden de registro la fiscal Norma Pippo ordenó que los efectivos secuestraran una tarjeta de crédito robada de Mastercard / Banco Provincia, herramientas para la duplicación de tarjetas y distintas prendas y zapatillas para niños de marca Cheeky que fueron adquiridas mediante plásticos sustraídos. Por supuesto que nada de eso fue encontrado en la casa de Lucía.
“Cuando revisaron la cartera donde tengo mis tarjetas las rebolearon a todas porque estaban todas a mi nombre. Buscaban tarjetas a nombre de otras personas, que lógicamente no tengo porque son todas válidas y con mi identidad”.
“Mi abogada, María José Carabel, pudo ver la causa y allí consta que en realidad tenían que allanar la calle Hernández Nro. 51 del otro lado de la vía, en el barrio Primero de Mayo, donde vive una persona de apellido Torraca. Este jueves hicimos una serie de presentaciones para desvincularme del expediente, porque si llegan a ordenar nuevos allanamientos, siempre voy a tener el peligro de que se metan por error en mi casa”.
Lucía agregó que se sintió tan invadida y violentada que tuvo el impulso de demandar a la Policía y al Poder Judicial. “Mi abogada me sugirió que no lo hiciera. Los policías llegaron con una orden en la que sólo figuraba la dirección postal, pero no el nombre de la persona imputada. Y como yo tengo el número 51 en la puerta, no dudaron. Tres días después, todavía nadie me ofreció disculpas”.
La profesional se encontraba sola. Tiene hijos mayores de edad que viven en el exterior y uno adolescente que afortunadamente al momento del allanamiento se encontraba en el Club Juventud, donde practica básquet. Al finalizar el procedimiento, embargada por la angustia, llamó a su mamá para que la ayudara a ordenar todo el revoltijo.
Saraví vive desde hace 18 años en la misma casa y sostiene que en algunas oportunidades los deliveries, el correo y amigos que van a visitarla llegan primero al otro domicilio mellizo ubicado al otro lado de la vía porque el GPS los manda allí.
A raíz de lo ocurrido dijo que el Concejo Deliberante debería legislar de manera urgente un cambio de nombre en alguna de los dos tramos de la calle José Hernández para evitar confusiones que, como en este caso, generan mucho daño.
InfoCañuelas se comunicó con la fiscal Norma Pippo, quien aseguró que no fue informada de esta anomalía en el procedimiento policial, pero que estaba dispuesta a recibir a la Lic. Saraví para conversar con ella y eventualmente impulsar una denuncia si así lo considera.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas