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Hace un año sufrimos la pérdida de dos comerciantes, vecinos, amigos, seres humanos, gente de bien, de trabajo, de familia.
Podría haber sido cualquiera de nosotros, pero no, fueron ellos, dirimiendo obligaciones al resto. Obligaciones de pedir justicia, de aclarar su deceso, de que sea el último episodio de sangre en nuestro entorno. Que el gobierno, en todos sus niveles, tome conciencia de sus ausencias y fracasos, que el resto nos involucremos como ciudadanos responsables y no bajemos los brazos.
¿Qué hicimos? ¿Qué hicieron, ¿Qué deberíamos hacer? Son las preguntas sin respuesta. La cuenta pendiente no es solamente lo que no se pudo, sino lo que no se quiso lograr. En el ciudadano: quizás la vergüenza, la no conveniencia particular al mostrarse pidiendo o el mero egoísmo. En el funcionario: la incapacidad, limitación o caída de imagen expresada en la merma de votos por una decisión valiente de fondo que nunca llega.
Las respuestas se encuentran en cada una de nuestras conciencias en virtud a la acción realizada, en mayor o menor medida soportaremos la carga de no haber hecho o querido hacer lo posible a nuestro alcance para ayudar a esclarecer el episodio o su futura réplica.
A un año del doble crimen y del comienzo de una sucesión de fracasos en políticas de seguridad implementadas que nos mantiene dentro de un macabro juego de azar entre la vida y la muerte de otro colega, vecino o uno mismo.
Las cámaras, cuando funcionan, no aclaran. Los móviles sanos no alcanzan a cubrir el total territorial. El personal, como el combustible, es insuficiente. Los fondos también. Los menores que delinquen son intocables. Excusas escuchadas miles de veces, antes y después de los Massa.
Decisiones sucesivamente equívocas y cosméticas. Un Foro politizado e inactivo, creado para que no funcione. El enrolamiento de altos funcionarios de seguridad. Capitanes y jefes de calle que terminaron y terminaran siendo los fusibles de los verdaderos problemas a resolver. Responsabilidad ineludible y eterna deuda asumida por los conductores políticos de hoy y del ayer.
Este lunes 1º de julio es un día de dolor y recuerdo, de comprensión y reflexión, de marcha y pedidos.
Seamos solidarios y no indiferentes. Porque en este contexto, el próximo podes ser vos.
Cámara Comercial e Industrial de Cañuelas
EL MENSAJE DE LA MUNICIPALIDAD
Hace exactamente un año los cañuelenses atravesamos uno de los momentos más dolorosos de nuestra historia. Dos jóvenes perdieron la vida en un crimen que, ya en manos de la justicia, aguarda por su esclarecimiento.
Acompañamos en el dolor a la familia de Leonardo y Marcelo rogando a Dios, fuente de fortaleza, para que los ilumine en estos momentos.
Como gobierno municipal, nos sumamos a los reclamos de la comunidad en busca de Justicia, Verdad y Memoria.
INFOCAÑUELAS
Escrito por: Redacción InfoCañuelas
