22 de noviembre. Cañuelas, Argentina.

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Con los Bomberos no

El ex concejal Leonardo Iturmendi analiza la embestida de los últimos días contra la institución de Mitre y San Martín.

El Gobierno Municipal se molesta porque Los Bomberos Voluntarios reclaman los fondos que les corresponden. Esto no es nada nuevo. La novedad es el ataque directo del bloque de concejales del kirchnerismo contra la Institución, una de las más prestigiosas de nuestra ciudad, si no es la más.

¿Por qué pasa esto? Tenemos que retroceder en el tiempo para un análisis certero.

La Ordenanza Tributaria lleva incorporado el llamado “Adicional para Bomberos Voluntarios y Defensa Civil”. Una tasa pensada y creada para ayudar a nuestro Cuartel de Bomberos. 

Si uno quiere definir la palabra “héroe” en la vida real, ¿qué mejor que Los Bomberos Voluntarios? Son personas de carne y hueso que arriesgan su vida para salvar a su comunidad y sin ninguna remuneración a cambio. ¿Quién podría oponerse a realizar un aporte para contribuir con su trabajo desinteresado? El problema, justamente, no fue la creación de la tasa; sino el reparto de los fondos recaudados en nombre de la entidad.

Todo lo recaudado no era destinado al Cuartel de Bomberos. El Intendente realizaba un uso discrecional de recursos, lo que ocasionó reclamos de vieja data. La explicación en más de una oportunidad era que se utilizaban fondos de ese adicional para Defensa Civil, lo cual no se reflejaba en la práctica.

El reclamo llegó a un punto culminé en 2018. Con la rendición de cuentas se verificó que el Municipio de Cañuelas había recaudado por Tasa de Bomberos $7.000.000 (siete millones de pesos) en 2017 y había transferido a la Comisión Directiva de Bomberos por tal concepto $920.000 (novecientos veinte mil), es decir un 13 %. 

El Concejal Carlos Álvarez presentó un Proyecto de Ordenanza a través del bloque Cambiemos solicitando que la totalidad de lo recaudado sea cedido a la Institución, teniendo en cuenta que no había muestras de que hubiera Actividad de Defensa Civil por fuera del Cuartel de Bomberos. Se pidió que todo lo recaudado por el Municipio en su nombre fuera transferido a la institución.

El tema tomó la agenda local. Los Bomberos se acercaron en varias oportunidades al Concejo Deliberante y finalmente el oficialismo presentó una contrapropuesta que luego de debatida y modificada fue aprobada por unanimidad, dando Origen a la Ordenanza 3273/18 que establecía una transferencias mensual del Municipio de entre $200.000 y $300.000 pesos mensuales. El Intendente Municipal era el responsable de Defensa Civil y se destinarían los recursos necesarios al área. El Departamento Ejecutivo revisaría cada año las sumas indicadas y por último el artículo 8 rezaba “Fomentase desde todos los ámbitos posibles la interacción conjunta entre Bomberos Voluntarios y el Departamento Ejecutivo Municipal”.

Transcurrieron ya dos años, con devaluación e inflación, aumento de combustible e insumos, aumentos considerables de tasas… Por lo tanto era viable debatir el incremento de los montos fijados, incluso en pandemia, porque el servicio es esencial y no ha disminuido su prestación, lo cual inevitablemente trae un incremento de gastos.

Los concejales kirchneristas no sólo no lo entendieron así, sino que inexplicablemente se lanzaron a embestir contra la Institución cuestionando su transparencia en primer lugar, cuestión por la que el Municipio no se destaca: después de 13 años de Gobierno K recién hace unos meses pusieron en marcha el Boletín Oficial Municipal donde aún no se pueden ver licitaciones y falta cargar un cúmulo de información. Por otro lado, los que admiramos la actividad bomberil vemos a diario cómo se ha incrementado el patrimonio de la Asociación en vehículos y herramientas para su labor diaria. 

Luego se cuestionó la falta de pago del canon de las rifas del Chanchomóvil. Así como lo estás leyendo, los Bomberos no sólo arriesgan su vida, también salen por la ciudad desde hace muchos años con un móvil que lleva enganchado un tráiler donde se cocina un lechón que se sortea entra los vecinos que compran rifas al paso del Chanchomóvil por la Ciudad. O sea, son bomberos y aparte generan fondos para solventar la actividad que salva vida de vecinos. Muchos los hemos visto en la feria Rural vendiendo empanadas y atendiendo una cantina para recaudar. ¿En serio le van a cuestionar eso a la Institución? Inexplicable. Todas las instituciones hacen rifas para sobrevivir pero sólo se pone la lupa en ésta.

Por último, la institución está intervenida. Según los medios locales y los mismos interventores, la intervención se produjo sobre la parte operativa y fue pedida por la misma institución.

En resumen, creo humildemente que el oficialismo ha equivocado el rumbo. No es con acusaciones mediáticas ni con ataques que se va a solucionar el problema planteado. La democracia se fortalece con instituciones fuertes y esto conlleva independencia en todo su esplendor. Los Bomberos están reclamando lo que se recauda en su nombre, ni más ni menos. La forma de abordarlo no es el ataque; es el diálogo. 

Reléase y póngase en práctica el artículo 8 de la Ordenanza vigente que el mismo Oficialismo propuso: “Foméntase desde todos los ámbitos posibles la interacción conjunta entre Bomberos Voluntarios y el Departamento Ejecutivo Municipal”.

Con los Bomberos, no.

Leonardo Iturmendi
Ex concejal de Cambiemos
Ex precandidato a intendente por la UCR

Escrito por: Leonardo Iturmendi