22 de noviembre. Cañuelas, Argentina.

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El día que recuperamos la democracia para siempre

Escribe: Juan Carlos Mariscotti.

Busto de Alfonsín en el cementerio de la Recoleta.

Busto de Alfonsín en el cementerio de la Recoleta.

Un día como hoy, pero hace 40 años, recuperábamos la democracia para siempre. Los argentinos veníamos del dolor de la guerra de Nuestras Islas Malvinas y al enterarnos de que habría elecciones para poder elegir libremente un Presidente, fue una alegría muy grande para todos los militantes políticos y los que no lo eran, por primera vez en muchos años podrían elegir a “su” Presidente.

Fueron varios los que se postularon pero había dos fuerzas mayoritarias: el Partido Peronista con Ítalo Argentino Luder y el Partido Radical con el Doctor Raúl Ricardo Alfonsín, quien con sus claros discursos fue creciendo día a día. Cada vez más militantes se sumaban a los comités y también lo acompañaban en sus actos. 

Al final llegó el tan esperado 30 de octubre. Jamás lo olvidaré: comenzó a oscurecer y se comenzaban a conocer los resultados parciales. Don Raúl iba ganando. Ya tipo 23 hs., con mi hijo sentado en mis hombros y mi hija de la mano, mi espalda no aguantaba más y tampoco mi voz: el resultado lo daba ganador. 

Más tarde, desde los balcones del Comité Nacional, hizo un breve discurso a los militantes que colmaban las calles y entre tantas cosas dijo: “Correligionarios, correligionarios… hemos ganado una elección, no una guerra. Ahora, entre todos, debemos fortalecer la Democracia”. 

Y fue así, tuvo un gobierno con aciertos y errores, y cuando un puñado de Cara Pintadas quisieron desestabilizar su gobierno, tal como lo pregonó en sus discursos de campaña, estuvieron a su lado, en el balcón de la Casa Rosada, los más relevantes representantes del todo el arco político de la Argentina (menos Carlos Menem, que se fue a La Rioja). 

Por ello, cuando se habla de tantos años se democracia ininterrumpidos, siempre acoto que si bien a Don Raúl se lo nombró ´Padre de la Democracia´, ésta perduró gracias a los dirigentes de todas las fuerzas políticas de la Argentina. La continuidad de la democracia, con sus aciertos y errores, no es patrimonio del querido Don Raúl; es patrimonio de todos los argentinos. 

Mariscotti en uno de sus tantos encuentros con Alfonsín.

Como militante, acompañé y trabajé siempre por sus ideales. Fueron muchas las veces que lloré en sus discursos como también junto a su féretro en el Congreso Nacional. De todas las cosas que con él pude hablar personalmente, jamás olvidaré cuando fui con mi tía Susana a su departamento y después de una larga charla le dije: “Doctor, usted en su gobierno cometió errores, pero para mí el peor fue el retiro voluntario”. El “Gallego” me miró como enojado y me preguntó por qué. “Muy simple, Doctor: había un periodista que decía que achicar el Estado era agrandar la Nación, el problema es que a esta Ley se acogieron los más capaces que bien sabían que tendrían una rápida salida laboral y quedó el resto…”. Con no mucho humor me respondió “Puede tener razón”. 

El Doctor Alfonsín falleció en el mismo departamento de Avenida Santa Fe que tenía cuando asumió la Presidencia.

Sin lugar a dudas su gestión tuvo errores, pero también se debe reconocer que no tenía mayoría en el Congreso y tuvo una oposición muy dura (con ver los videos de Las patas de La Mentira I y II podrán objetivamente ver parte del porqué de muchas cosas).

Juan Carlos Mariscotti
Dirigente radical y amigo del ex presidente Raúl Alfonsín

Escrito por: Juan Carlos Mariscotti