17 de abril. Cañuelas, Argentina.

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Sobre la expropiación de El Castillo

“Esperamos que la expropiación venga con un pedido de protección arquitectónica”. Escribe: Jorge Claudio Morhain.

Ex planta de Finaco, hoy conocido como El Castillo. Archivo InfoCañuelas.

Ex planta de Finaco, hoy conocido como El Castillo. Archivo InfoCañuelas.

He visto con satisfacción que la Cámara de Diputados ha aprobado la expropiación de dos edificios emblemáticos de Cañuelas: la “Estrada vieja” y el “Castillo”. 

En el primer caso es justo rescatar que la escuela que fue un referente para la educación local, gracias al empeñoso trabajo de un grupo de damas que crearon la Escuela “Juan Perón” (nombre que en setiembre de 1955 pasó rápidamente a “José Manuel Estrada”). 

En cuanto al segundo, edificio emblemático si los hay, hito identificatorio de la ciudad. En ambos casos, esperamos que la expropiación venga con un pedido de protección arquitectónica, no sea el caso que, como pasara con otros lugares (la tienda art déco de Mendigochea, por ejemplo), se demuela el edificio para utilizar el terreno.

En lo que hace al “Castillo”, personalmente había presentado una propuesta para que esas instalaciones albergaran parte de la futura (cercana) Universidad de Cañuelas. Creo que le daría otra jerarquía.

Considerando además que, cuando se termine la Variante de la Autopista (esperemos que pronto) ese paso a nivel, forzado y peligroso en este momento, reduzca drásticamente su tránsito, sobre todo de camiones. 

Me considero quien bautizó a la vieja Finaco como “Castillo”. Había conocido a Néstor Corsi cuando hice un reportaje para La Nación de Buenos Aires a su emprendimiento de restauración de automóviles de Ezeiza. Pasando a ser dueño de la fábrica, me contrató como museólogo, porque su intención era hacer en los pisos bajos un Museo de Arte y, de allí hacia arriba, una muestra ascendente del proceso de renacimiento de un automóvil antiguo, de la mano de los restauradores. Incluso habría una avioneta en uno de los vanos. 

En una oportunidad, acompañándolo hasta la terraza, observé al pasar: “Esto parece un castillo”. Corsi tomó inmediatamente la idea y ordenó a los albañiles que limpiaban en ese momento la chimenea, que edificaran en su parte superior una hilera de almenas, que extenderían luego a todo el perímetro. Incluso hizo hacer planos con dibujos a futuro de lo que sería “El Castillo”. 

Habría un tranvía restaurado que conectaría con el centro de la ciudad. Como es de conocimiento, todo ese proyecto fracasó. Pero la vieja fábrica, convertida en un “enigmático castillo” está ahí, y, quiérase o no, nos representa.
 

Escrito por: Jorge Claudio Morhain