Estadísticamente, la mayoría de las intoxicaciones de origen alimentario, incluyendo el consumo de pescado, suceden por la manipulación inadecuada, especialmente luego de su adquisición, aseguró el SENASA en un informe que difundió esta semana para alertar a los consumidores.
En esa línea el organismo brindó algunas recomendaciones para el consumo responsable de los productos pesqueros.
A LA HORA DE COMPRAR
• Recurrí a comercios habilitados por la autoridad competente.
• Tené en cuenta que el comercio debe mantener las temperaturas de cámaras y freezers dentro de los niveles exigidos.
• Es muy importante que los pescados y mariscos en exposición y en estado fresco cuenten con abundante hielo en escamas.
• Prestá atención a la higiene del local.
• Recordá que los correspondientes certificados de amparo sanitario de pescados y mariscos son extendidos por el Senasa y/o el Mercado Central de Buenos Aires (para los productos adquiridos allí) donde consta el local como destino final.
• Las latas de conserva de productos pesqueros, al igual que otros enlatados, no deben presentar abolladuras, ni estar hinchadas, ni oxidadas. Tené en cuenta los rótulos, procedencia y fecha de vencimiento.
• Tené en cuenta que los camarones y langostinos no presenten manchas negras u olor desagradable, éstos son signos de deterioro.
• Es preferible consumir los pescados bien cocidos, especialmente los individuos más susceptibles (mujeres embarazadas, niños, ancianos e inmunosuprimidos).
• Las pencas de bacalao salado deben tener aspecto seco y no presentar puntos rojos o negros en su superficie, pues esto indica que han sido atacados por hongos.
• Elegí los productos de agradable aroma a mar. Los filetes deben ser firmes al tacto.
• El pescado enfriado debe tener las branquias rojas, las escamas bien adheridas al cuerpo y brillantes, y su carne debe ser firme, que no ceda a la presión del dedo.
• Los ojos del pescado fresco entero deben ser brillantes. La presencia de opacidad o hundimiento es índice de deterioro (salvo en la Lisa y en el Dorado).
• El pescado fresco puede conservarse de 1 a 2 días en heladera (en la parte más fría), y hasta tres meses en el freezer.
• Los productos congelados deben conservarse en freezers (–18º C). En caso de carecer de ellos, guárdelos en el congelador y consúmalos en el día. Evite descongelar y volver a congelar los pescados y mariscos. Hágalo dentro de la heladera y una vez preparados, consúmalos lo antes posible.
• Si los pesca Ud. mismo verifique con la autoridad sanitaria local la seguridad de la captura en su área. Consérvelos en hielo durante la pesca y el transporte.
• Al adquirir mejillones enteros frescos u otros moluscos bivalvos, éstos deben estar “vivos”, lo que se comprueba porque las valvas se encuentran cerradas. Si están abiertas, compruebe si con un leve golpe se cierran.
• No recolectar moluscos y/o mariscos en las playas para el consumo casero.
• No adquirir preparaciones elaboradas con mariscos (conservas, ensaladas, paellas, etc.) en puestos callejeros o locales que no tengan habilitación bromatológica.
• No compre mariscos frescos “al pie del barco”, en escolleras o los que puedan ofrecerle pescadores artesanales.
• Compre o consuma mariscos solo en pescaderías, restaurantes o locales de comidas debidamente habilitados.
• Dado que las toxinas producto de las mareas rojas no se destruyen con el agregado de limón, vinagre o alcohol ni se inactivan con la cocción, lo más seguro es consumir alimentos que cuenten con los análisis sanitarios de organismos oficiales competentes.
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Escrito por: Redacción InfoCañuelas