Como animales en un camión de hacienda. Así van los pasajeros que realizan el trayecto entre Cañuelas y Lobos en las unidades de Línea 88, sobre todo en los horarios pico.
“Es el cuarto año que viajo desde Cañuelas a dicha ciudad y las condiciones en que lo hacemos son deplorables. Como sabrán, no sólo viajamos estudiantes, sino también gente que va al hospital a atenderse o a trabajar. Además de esto, el recorrido de la línea aún no se regularizó, y el colectivo que debería llegar a las 8 como tarde, está llegando a la ciudad de Lobos entre las 8:30 y las 08:40”.
Quien habló con InfoCañuelas es Rocío Etchart, una estudiante del Profesorado de Educación Inicial que cursa en el Instituto de Formación Docente de Lobos y que a diario sufre los trastornos de viajar en un micro “explotado”. En algunas oportunidades notó que algún pasajero le pidió al chofer que se detuviera para bajar, porque no se podía respirar.
“Todos los días vivimos esta triste situación, no sólo viajar en condiciones de peligro, sino que debemos rezar para que el colectivo nos frene” añadió.
Muchos han intentado comunicarse con la empresa Expreso Liniers para reclamar más frecuencia y cumplimiento de los horarios, pero es una tarea imposible. “El número de teléfono que nos brindan siempre está colapsado o directamente no atienden” lamentó la futura maestra jardinera.
Este viernes 5 de abril tomó el colectivo en la ruta a las 7:39 (cuando debería pasar a las 7:10). Viajó hasta Lobos totalmente colapsado y recién entrando a la ciudad vecina comenzó a bajar gente. Rocío grabó un video que compartió con InfoCañuelas.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas