“Basta de femicidios”. El crudo mensaje que apareció en una urna de Cañuelas

“Hola, me llamo Romina Ruiz Díaz. Fui asesinada salvajemente de tres puñaladas, dos en el tórax y una mi cuello, por mi marido Mauricio Wilvers. Esa noche pedí ayuda pero no llegué al Hospital. Me asesinó frente a mis tres hijos menores de edad. Me hermana lucha por su tutela”.

Así comienza el mensaje titulado “Basta de femicidios” que el domingo último apareció en una urna de Cañuelas, en memoria de la mujer de 36 años -madre de tres niños de 14, 3 y un año y medio- apuñalada por su marido, Mauricio Wilvers, en el hogar que la familia compartía en la calle Pueyrredón al 400 del barrio Peluffo, en el partido de Cañuelas.

“Hoy Wilvers está preso con todos sus beneficios, celular, familia. Yo no. Perdí todo, hasta mi propia vida, en manos de alguien que decía amarme. Los jueces determinaron que mi juicio comience en julio de 2023”, agrega la nota que fue insertada en un sobre por una sobrina de la víctima.

“Mi vida no valió nada. Mis derechos como mujer fueron enterrados conmigo. Sufrí  muchos años de violencia psíquica y psicológica, creía que iba a existir un cambio pero no, la bestia jamás cambió. Lo mejor para él era matarme. Hoy pido justicia por mi vida y que cambien las leyes. Porque las mujeres estamos desprotegidas”.

“Tengo hija y sobrinas. Si esto no cambia, temo por sus vidas. Basta de privilegios para los asesinos. Perpetua debería ser para siempre, porque 35 años no es nada. Nosotras no estamos más ni volveremos a vivir en 35 años. Perpetua sin beneficios por todo el dolor que me causaron”.

“Hoy no puedo votar, señores. No se olviden de mi nombre: Romina Ruiz Díaz, 34 años, enfermera, madre de tres hijos”.

De acuerdo a la instrucción realizada por la Fiscalía 1 de Cañuelas, el jueves 12 de marzo de 2020, aproximadamente a las 19 hs., Wilvers encerró a la bebé en el auto y luego atacó a Romina Ruiz Díaz con un cuchillo. Le aplicó dos puntazos (uno en el tórax y otro debajo de la oreja, cerca del cuello) que provocaron su muerte tres horas más tarde en el Hospital Marzetti.

El ataque fue presenciado por el hijo mayor del matrimonio, de 14 años. Los gritos de terror del niño despertaron a su hermano menor, de 3 años, quien corrió hacia la escena y vio a su padre en el suelo sobre su madre, con el cuchillo en la mano.

Los vecinos, alertados por los gritos y llanto de los chicos, corrieron hacia el domicilio. La mujer, que había salido pidiendo ayuda, estaba tirada en el patio, en un charco de sangre, con Wilvers parado a su lado. Vecinos relataron que durante el ataque el hombre gritaba “me vas a mandar al infierno”.

La pareja, oriunda de Isidro Casanova, vivía en Cañuelas desde hacía siete años.
 

Escrito por: Redacción InfoCañuelas