El pedido de expropiación de la viaja fábrica Finaco impulsado por la diputada Ayelén Rasquetti no tiene el camino allanado. Tres personas que desarrollan distintas actividades en el edificio realizaron un acta de posesión ante una escribanía y la presentaron en el Registro de la Propiedad.
¿Quiénes son los protagonistas de la movida que busca generar derechos sobre el inmueble?: Gustavo Ayala, un ex empleado del recordado tenedor libre; Claudio, otro comerciante que se dedica a la venta de macetas; y el dirigente político Dante Franchini, responsable de una parrilla que funcionó en el edificio durante un tramo de la pandemia.
Los tres firmaron un acta de posesión ante el escribano e Ramos Mejía, José María Barrios, y luego lo asentaron en el Registro de la Propiedad de la Provincia de Buenos Aires. También intentaron sumar a un hombre mayor que ocupa otra parte del edificio, pero desistió de participar.
En diálogo con InfoCañuelas, Franchini admitió que no tiene contrato de alquiler pero que hace dos décadas comenzó a utilizar un espacio de El Castillo para vender implementos rurales. “Era un sector que estaba abandonado y lo comencé a usar. Lo arreglé, le puse una puerta y comencé a trabajar vendiendo tranqueras y otras cosas. Durante la pandemia también tuve una parrilla”.
Precisamente para tramitar la habilitación de la parrilla ante la Municipalidad presentó el acta de posesión con la firma del escribano de Barrios.
Franchini es más conocido en Cañuelas por la política que por su actividad comercial. En 2009 fue precandidato a intendente por el partido del ex juez Federico Pinto Kramer. En 2004 fue contratado como empleado de Anses cuando Sergio Massa inauguró la delegación en Cañuelas. En 2009 fue candidato a concejal por el partido Unidad Federalista (PAUFE) fundado por Luis Patti. Y en 2009 fue referente del partido liderado por Miguel Ángel Pichetto.
Aseguró que gracias a la presencia constante de él y de los comerciantes se evitó que el edificio terminara usurpado. “El Chaqueño (Ayala) y sus familiares están ahí hace mil años. Fueron empleados de Corsi cuando tenía el tenedor libre y luego trabajaron con Magallán en la bailanta. Yo estoy hace como veinte años. Gracias a nosotros se impidió que se metiera gente. Hemos hecho varias denuncias para impedir que lo tomaran. Si no fuera por nosotros eso sería un monoblock usurpado, una villa en la entrada de Cañuelas”.
El edificio fue comprado en 1989 por la firma Napoleón S. A. que integraban el empresario Néstor Santiago Corsi y su esposa, de nacionalidad paraguaya, Nilda Aquino Arzamendia. Tras la disolución del matrimonio el edificio quedó en poder de Aquino y actualmente lo administra su hijo, Martín Corsi, quien lo tiene en venta a través de la plataforma Remax por 3,8 millones de dólares.
En 2005 el Juzgado en lo civil Nro. 43 de Capital Federal lo sacó a remate en el marco del juicio “Cachaza Rodolfo Antonio y otros C/Aquino Arzamendia”, pero al parecer la subasta no prosperó.
En el acta de remate el Juzgado detalló la situación del edificio en ese momento: “Está ocupado por quien dijo ser inquilino, aunque sin acreditarlo, explotando un salón bailable que funciona en horas nocturnas con capacidad p/350 personas. La parte superior del edificio se encuentra deshabitada, presentando un total abandono, es una construcción de antigua data, no modificada, que da un aspecto de abandono y desprolijo. En la parte baja del edificio hay un mercado, que se encuentra ocupado por un inquilino con contrato vencido abonando $ 300 mensuales; Otro local, verdulería, ocupado también por inquilino con contrato vencido abonando $ 900 por mes; otro local, panadería, ocupado por inquilino con contrato vencido abonando $ 600 mensuales. En total son 4 locales ocupados, todos en buen estado, pisos de cerámicas en algunos y en otros alisados. Hay varios locales más que están desocupados y/o semidestruídos en algunos casos. Los ocupantes fueron intimados con el 22 de abril de 1998 para que en el plazo de 5 días hagan valer sus derechos bajo apercibimiento de lanzamiento una vez efectuado el remate. Dicho plazo se encuentra vencido y ninguno de ellos se presentó en autos”.
La diputada provincial Ayelén Rasquetti (Frente Renovador) acaba de presentar por segunda vez un pedido de expropiación. Su intención es que el Estado provincial compre el edificio para destinarlo a un Polo Judicial que nuclee los juzgados locales, fiscalías, policía y oficinas de tránsito.
Franchini asegura que se enteró del proyecto de expropiación por los diarios. “Si el proyecto avanza, se van a tener que sentar a conversar con nosotros. No nos pueden ignorar. Tenemos un acta de posesión protocolizada, presentada en el Registro de la Propiedad”.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas