El concejal Pablo Olveira, representante del vecinalismo en La Libertad Avanza, presentó un proyecto para regular los rubros que se comercializan en las ferias de las plazas San Martín y Belgrano. Pidió que los puestos se limiten a la venta de productos de elaboración artesanal y que dejen de vender productos industrializados para no afectar al comercio cercano que paga demasiadas cargas tributarias como para -encima- soportar una competencia desleal amparada por el Estado.
En vísperas del tratamiento, la Cámara de Comercio -de la que Olveira es directivo- sugirió que los comerciantes concurran al recinto para apoyar la iniciativa, pero en rigor el salón se llenó de feriantes dispuestos a repudiarla.
El concejal Fernando Abdo (UP) fue el primero en recoger el guante. Le reprochó a Olveira haber apoyado en la misma sesión un proyecto de adhesión al blanqueo, que implica un beneficio a las grandes fortunas que no pagaron impuestos, y en simultáneo pedir que sí pague impuestos “la emprendedora que en lugar de estar con sus hijos o nietos, se instala en una feria, con frío o color, para llevar un peso a la casa”.
Luego consideró irracional culpar a los feriantes de la crisis que atraviesa el comercio en lugar de hablar de las políticas de ajuste del presidente Javier Milei, que lastiman seriamente al sector. Esa referencia despertó los primeros aplausos del público que colmaba el Concejo.
Asimismo, Abdo advirtió que en Cañuelas hay 550 personas que trabajan en ferias y que antes de presentar un proyecto “a la marchanta”, era necesario debatirlo en comisión para consensuar una normativa que les otorgue “seguridad jurídica” a quienes sólo quieren “parar la olla”.
“Como siempre, hacen una bola gigante y mezlcan todo” replicó Olveira, quien calificó a Abdo de obsecuente y de buscar el aplauso. Volvió a señalar que no estaba en contra de los feriantes, sino a favor de implementar una regulación que impida la venta descontrolada de productos industrializados, los mismos productos que vende el comercio de los alrededores.
Detalló toda la lista de tasas y tributos que pagan los comerciantes, recordó que el municipio no les da ninguna contraprestación porque el área de Comercio no tiene ni siquiera algo tan elemental como un técnico en Seguridad e Higiene; y destacó que el comercio es el principal empleador de Cañuelas, por encima de la industria.
Luego consideró que el oficialismo era incoherente por defender a los que menos tienen y al mismo tiempo promover la llegada de un Carrefour o haber permitido la instalación de tres sucursales de la cadena Dia% cuando las ordenanzas locales sólo permiten una.
En varios tramos hubo gritos de los feriantes contra el concejal. El presidente del cuerpo, Maximiliano Mazzanti, se vio obligado a intervenir para poner orden.
A Olveira le costó compatibilizar su doble rol de dirigente de la Cámara de Comercio -entidad de naturaleza naturalmente conservadora- con el de concejal de un partido que se presenta ante la sociedad como disruptivo.
El radicalismo y el PRO bullrichista salieron en auxilio de Olveira proponiendo que el tema pasara a comisión para debatirlo en alguna mesa con la participación de todos los sectores, aunque la UCR pareció más cercana al kirchnerismo. “No veo en la feria gente especulando y contando plata sino familias trabajando a pulmón”, expresó Emma Corbalán, despertando una nueva tanda de aplausos.
Finalmente, como lo sugirieron UP, Natalia Blasco y la UCR, el proyecto quedará en comisión donde se convocará a feriantes y representantes de la Cámara para encontrar un punto de equilibrio.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas