Con el discurso de mejorar la seguridad vial, la Municipalidad de Cañuelas y el Ministerio de Transporte que conduce Jorge D´Onofrio decidieron instalar una cámara de fotomultas que controla el semáforo ubicado frente al Club de Campo La Martona. Desde entonces, saltar la luz roja tiene un cargo de 369 mil pesos.
A pesar de la importante recaudación que genera ese cruce (la Municipalidad recibe un 40 % de cada fotomulta que paga el contraventor, la Provincia 20 % y la empresa concesionaria el otro 40 %) desde hace varios días el semáforo está apagado. Al parecer un camión enganchó el cable de alimentación eléctrica y además de dejarlo fuera de servicio, giró uno de los cabezales, que quedó apuntado hacia las garitas del country.
Si tan importante es la seguridad vial, no se entiende por qué Vialidad demora tanto la reparación o por qué no hay personal municipal de tránsito en el cruce hasta tanto se restablezca la semaforización.
A todo esto se suman alguna irregularidades mencionadas por InfoCañuelas la semana pasada.
La cámara que verifica la violación de la luz roja en el sentido Máximo Paz - Cañuelas está ubicada 50 metros antes de la bocacalle. De este modo los vehículos que transitan esos 50 metros estando la luz roja podrían ser infraccionados aun cuando no crucen la bocacalle, porque no está pintada sobre la calzada la línea blanca de detención. Para el conductor no habituado a la zona no queda claro dónde se debe frenar. Se suma que el semáforo no tiene segundero y cambia de manera brusca del verde al rojo y viceversa. En otras palabras, un clásico “caza bobos”.
Urge que las autoridades con jurisdicción sobre la 205 pinten correctamente las línea de detención y las líneas de cruce peatonal.
Por otra parte, tampoco hay un cartel que anuncie la verificación por cámara o radar, en ninguno de los dos sentidos de circulación.
La gente adivinando dónde cruzar en medio de un caos de vehículos. No hay ninguna demarcación sobre la calzada.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas