21 de noviembre. Cañuelas, Argentina.

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La Universidad de Morón quedó en medio de un juicio por el terreno donde se levanta su sede

Un abogado de Cañuelas reclama el 30 % de las tres hectáreas donde se erige el edificio universitario.

La fachada refaccionada de Villa Enriqueta.

La fachada refaccionada de Villa Enriqueta.

La Universidad de Morón (UM) acaba de anunciar el inminente inicio de actividades en su edificio propio ubicado sobre la colectora Esteban Reimer del barrio Libertad. En medio de ese anuncio trascendió la existencia de un litigio judicial por la propiedad de las 3,2 hectáreas donde se encuentra la sede.

Tanto es así que a fines de diciembre de 2023 Sebastián Mietta -patrocinado por la letrada Verónica Zulaica- presentó un escrito en el Juzgado de Paz de Cañuelas en el que reclama el 30 % de ese inmueble que había sido acordado con su padre, el abogado Ricardo Mietta, en un convenio de honorarios que firmó en 2011 en el marco de un juicio de usucapión iniciado por la poseedora.

Para entender la complejidad de la trama es necesario retrotraerse varias décadas. La Fracción 1 ubicada entre las calles Gorriti, Lynch, Echeverría y Pasaje Esteban Reimer del barrio Libertad -cuyo valor rondaría el millón de dólares- fue adquirida a mediados del siglo pasado por Moisés Kleinman, dirigente de la comunidad israelita argentina y dueño de la sastrería Modart.

En esa finca de 3,2 hectáreas Moisés y su hijo Julio tenían una casa de descanso conocida como “Villa Enriqueta”, la que por su importancia durante muchos años dio nombre a toda la zona. Se destacaba por su molino de viento, un aljibe y un camino de entrada bordeado por árboles.

Una de las sucursales de Modart, la cadena de sastrerías que fundó Moisés Kleinman, el primitivo dueño de Villa Enriqueta.

Una de las sucursales de Modart, la cadena de sastrerías que fundó Moisés Kleinman, el primitivo dueño de Villa Enriqueta.

Con la desaparición de la empresa y la muerte de sus fundadores, la casona quedó habitada por Guillermina Rivero. En 2011 inició un juicio por usucapión con el patrocinio del abogado Ricardo Mietta (ya fallecido). El letrado y Rivero firmaron un convenio de honorarios homologado en el Juzgado de Paz según el cual por su labor “judicial y extrajudicial” Mietta recibiría una compensación del 30 % del predio objeto de la demanda.

Con la usucapión inconclusa, Rivero revocó el patrocinio de Mietta, desistió del juicio y a través de su nuevo abogado, Fabián Ursino, hizo un acuerdo económico -cuyos términos se desconocen- con Alberto Darío Schonborn, Jorge Rubén Lescano y Marcelo Ernesto Arbici, quienes luego de tomar control del predio se lo cedieron a Claudio Héctor Maurizi y Gabriel Villar López.

Maurizi y Villar López son socios de Glo Apart Hotel SRL e integrantes de la constructora Magma a cargo de la obra de la Universidad de Morón. Magma hizo el edificio donde la UM tendrá sus aulas (encima del local de Atalaya) y refaccionó la casona Villa Enriqueta donde funcionará la sede administrativa que quedó bajo la órbita de la “Fundación Argentina para la Ciencia y el Arte Villa Enriqueta”, creada en 2021.

Además de su actividad en la hotelería y la construcción, Villar López fue el coordinador de la UM cuando desembarcó en la Escuela Nro. 1 en 2012 y en los últimos años fue convocado por el Ejecutivo como Mayor Contribuyente para aprobar los sucesivos ajustes de tasas.

Villa Enriqueta antes del desembarco de la constructora Magma y la Universidad de Morón.

Villa Enriqueta antes del desembarco de la constructora Magma y la Universidad de Morón.

En el medio de este “pasamanos” hubo otro capítulo. El 17 de julio de 2015 Jorge Rubén Lescano firmó un acta acuerdo con el intendente Gustavo Arrieta a través del cual le cedió a la Municipalidad de Cañuelas la posesión pacífica y los derechos posesorios de la finca en cuestión con el objetivo de “capitalizar el acervo histórico”. Cuando el convenio llegó al Concejo Deliberante el oficialismo pidió aprobarlo sobre tablas pero la oposición se negó alegando que no contenía ninguna documentación que respaldara la supuesta posesión. 

Finalmente ese acuerdo -en el que no figuran los motivos ni los beneficios que recibiría Lescano a cambio de su generoso desprendimiento- fue aprobado en mayoría por el Concejo Deliberante en noviembre de 2015 mediante la ordenanza 3091. Hasta donde se sabe, el municipio jamás le dio al predio un uso público.

Otra rareza: la ordenanza 3091 dice que lo cedido al municipio es toda la Fracción 1 pero el convenio habla de una subfracción de 50 x 40 metros ubicada sobre la colectora, cuando está claro que hasta tanto no concluya el juicio de usucapión las 3,2 hectáreas no pueden subdividirse. 

Lo cierto es que en un muy corto período de tiempo Lescano cedió el mismo inmueble dos veces, primero al municipio (julio de 2015) y luego a la constructora Magma (diciembre de 2018).
 


CAUSA EN EL JUZGADO DE PAZ

El 27 de diciembre de 2019, ya con el juicio de Rivero paralizado, Claudio Maurizi y Gabriel Villar López iniciaron un nuevo juicio de usucapión caratulado “Grupo Magma y Asociados SAS C/ Kleinman Julio, Kleinman Moisés y sucesores” en trámite ante el Juzgado de Paz local con el patrocinio de la Dra. Liliana Menconi.

Desde entonces la causa a cargo de la jueza Inés del Valle Rivarola tuvo varios movimientos, el último de los cuales, fechado el 11 de marzo, intenta dilucidar si hay herederos o descendientes de los Kleinman que puedan tener algún derecho sobre Villa Enriqueta.

A fines de diciembre de 2023 la Dra. Verónica Zulaica, en representación de Sebastián Mietta, se presentó en el expediente buscando hacer valer sus derechos como heredero de ese 30 % de la propiedad incluida en aquel convenio de honorarios suscripto entre su padre y la señora Rivero en el juicio de 2011.

En el escrito la Dra. Zulaica introduce varios elementos de análisis en los que intenta demostrar que hubo una acción coordinada de varios actores con el objetivo de “sacar del medio” al Dr. Ricardo Antonio Mietta.

Zulaica menciona la inexplicable “tardanza en aprobar el plano de mensura confeccionado por el Agrimensor Carlos Roselló Puig, ingresado al municipio para su aprobación con fecha 29/04/2011 bajo el trámite 1586, el cual nunca se aprobó sin motivo aparente”. Asimismo, destaca “El traslado de la señora Rivero desde la casa arreglada por el Dr. Ricardo Antonio Mietta, según lo pactado en el convenio, a un galpón ubicado en la calle Juan R. Rojas entre los números 2445 y 2463 de Cañuelas”.

El edificio refaccionado. Foto: Francisca Verd.

El edificio refaccionado. Foto: Francisca Verd.

Con relación al acta acuerdo firmada por el intendente Arrieta y homologada por el Concejo Deliberante mediante la ordenanza 3091/2015, sostiene que “evidentemente pone en posesión al Municipio la misma fracción de terreno que luego Lescano Jorge Rubén vuelve a ceder en fecha 5 de diciembre de 2018 a los actores de autos Sres. Claudio Héctor Maurizi Y Gabriel Maximiliano Villar López. ¿Es esta una posesión continuada, pacífica e ininterrumpida como se relata en la demanda? Claramente no. ¿Cuándo recuperó los derechos que le cedió al municipio el Sr. Jorge Rubén Lescano, para cederlos nuevamente al grupo Magma? ¿Los derechos del Municipio de Cañuelas siguen vigentes sobre el predio objeto de autos?”.

Luego de esos interrogantes Zulaica concluye que hay “cuatro o cinco señores que fueron haciendo negocios simultáneos, y que hoy pretenden mostrar como una secuencia ordenada de posesiones  pacíficas e ininterrumpidas que les permita adquirir un dominio,  de manera por lo menos dudosa”.

Entre otras medidas de prueba y citación de testigos Zulaica pidió que el Juzgado remita un oficio a la Municipalidad de Cañuelas para que confirme la autenticidad del acuerdo firmado con  Lescano y el estado actual del mismo. 

En esa línea la letrada consideró que no puede prosperar el juicio de usucapión iniciado por Magma ya que el inmueble “se encuentra afectado por derechos de distintas personas y organismos”.
 

Escrito por: Redacción InfoCañuelas