Los choferes de la Línea 51 que llegan a la terminal de Cañuelas disponen, a veces, de 10 ó 15 minutos para descansar y tomar un mate o un café antes de emprender el regreso.
Esos minutos de espera transcurren en una pequeña oficina donde disponen de un dispenser y una vajilla mínima. El mantenimiento se encuentra a cargo de un empleado de la empresa.
Este martes trascendió un video que muestra la falta de higiene en el lugar: el dispenser de agua se encuentra totalmente infectado de cucarachas, al igual que el reloj. Todo hace pensar que el resto de las instalaciones está igual o peor.
Una absoluta falta de respeto y humanidad para los trabajadores del transporte.
Es de esperar que la Municipalidad -que seguramente le cobra a la empresa una tasa de Seguridad e Higiene- se ocupe de controlar la oficina y aplicar las correspondientes sanciones.
También hay que destacar que los choferes -al igual que el público- no cuentan con baños. Para hacer sus necesidades dependen de los sanitarios de la estación ferroviaria o de la Confitería Carita, ubicada frente a la terminal.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas