El gobernador bonaerense Daniel Scioli y un numeroso grupo de intendentes -entre ellos el de Cañuelas, Gustavo Arrieta- fueron blanco de una violenta protesta en la ciudad de Olavarría, donde productores agropecuarios les arrojaron huevazos y golpes al término de una ajetreada reunión, según informó por el diario digital olavarriense Infoeme.
De este modo, unos doscientos productores protagonizaron el incidente más duro sufrido por la dirigencia política desde que se inició el conflicto de las retenciones.
Scioli se reunió este martes al mediodía en Olavarría con medio centenar de intendentes para anunciar un plan de créditos para la compra de maquinarias viales.
Si bien en el interior del reciento se pidió hasta la exasperación por el diálogo, afuera se vivió un caos, con productores que pugnaban por ingresar.
"Hubo insultos a intendentes al entrar, mandatarios que debieron ser destrabados de los manifestantes por la policía para poder entrar y al salir ocurrió lo peor: la combi del gobernador tomó la calle bajo una andanada de huevazos, y los coches de la custodia, que frenaron para no pisar manifestantes, fueron rodeados y golpeados por productores que alzaban banderas argentinas", relató Infoeme.
Para la Dirección de Prensa de la provincia, la protesta fue de "unos 80 pequeños y medianos productores autoconvocados" a quienes, según Scioli, "en todo momento se les ofreció el diálogo, pero sólo querían manifestarse".
Scioli subrayó que "cuando se sigue el camino de la violencia y no se abordan objetivamente cada uno de los temas, ya la cosa adquiere otras características".
En medio de los incidentes el intendente de Balcarce, José Luis 'Patón' Pérez, fue el que peor la pasó, ya que "lo manosearon, lo empujaron, le rompieron el auto a patadas y lo insultaron duramente".
Minutos después del encuentro InfoCañuelas se comunicó con el intendente Gustavo Arrieta, quien logró salir del salón de actos sin recibir agresiones directas.
"El incidente fue protagonizado por 150 personas que se juntaron para ver a quién podían fajar. En todo momento estuvimos seguros, aunque me sentí un poco preocupado porque estaba con mi hijo Bautista. El estaba muy nervioso; nunca había vivido una situación así", relató Arrieta.
"Afortunadamente en Cañuelas no estamos acostumbrados a este nivel de sinrazón", añadió.
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Escrito por: Redacción InfoCañuelas