Cerca de 150 vecinos participaron el miércoles en la audiencia pública no vinculante convocada por el Concejo Deliberante para debatir el proyecto de ajuste de tasas del 20 % elevado por el Departamento Ejecutivo.
De acuerdo a los lineamientos de la iniciativa, la recaudación adicional que se obtenga con ese eventual aumento se usará para mejorar los servicios públicos y llevar el salario básico a mil pesos, como reclaman los trabajadores.
La mayoría de los vecinos expresó su enérgico rechazo a la iniciativa del gobierno, tomando en cuenta la mala calidad de los servicios públicos, la baja credibilidad del intendente Héctor Rivarola y que sólo faltan seis meses para que asuma la nueva gestión.
La gran sorpresa de la noche fue la ausencia del intendente, quien prefirió no concurrir para no "exacerbar los ánimos", según le dijo a sus allegados.
En lugar de Rivarola asistieron el secretario de Obras Públicas, Julián Bautista; la subsecretaria de Hacienda, Evelyn Cantoni; y el subsecretario de Administración, Raúl Arévalo.
De acuerdo a las cifras expuestas por los funcionarios en un informe muy poco exhaustivo, el déficit del primer semestre ronda los 900.000 pesos, con una recaudación que oscila entre el 35 y el 65 % de acuerdo a la tasa de que se trate.
OPOSICION
Uno de los primeros en opinar fue Sergio Nucifora, precandidato a intendente de la UCR. Consideró que el Ejecutivo "sigue de fiesta" y criticó el exceso de gastos en sueldos o alquiler del predio donde se arrojan los residuos.
Propuso eliminar algunas áreas, como la Dirección de Turismo y bajar algunos sueldos, con lo cual, a su juicio, se ahorrarían unos 960.000 pesos anuales.
Además, sostuvo que en lugar de aumentar las tasas se deberían vender inmuebles, como el viejo corralón de la calle Mitre, a fin de generar recursos para comprar maquinaria. La propuesta fue luego duramente criticada por el concejal Alfredo Morgante.
Uno de los aportes más claros fue el de José Luis Forquera, quien criticó la idea de un aumento generalizado de tasas. Propuso que paguen más los que más tienen y en este sentido puntualizó algunos errores u omisiones en el proyecto del Ejecutivo: los asilos de ancianos, por ejemplo, fueron gravados con un 100 % de aumento mientras que las piletas de natación no sufrieron incrementos, en tanto que actividades sumamente nocivas para el medio ambiente, como la extracción de tierra, tuvieron aumentos insignificantes.
También el presidente de la Cámara de Comercio, Raúl Michel, manifestó su disconformidad con un aumento "que recae sobre los que siempre pagan".
En este sentido pidió que los funcionarios municipales "agarren el maletincito y en lugar de quedarse calentitos en una oficina salgan a la calle a perseguir a los que no pagan las tasas. Que ejecuten al que tengan que ejecutar", reclamó.
Alejandro Rossi, del grupo Vecinos Autoconvocados, consideró que éste es un momento inoportuno para un ajuste tributario y opinó que el tema debería dejarse como ítem prioritario en la agenda del nuevo intendente que asuma en diciembre.
El abogado Mario Morrone protagonizó uno de los momentos más movidos de la noche cuando dijo que era una "mentira" que el dinero del aumento servirá para mejorar los servicios o comprar maquinaria. Aseguró que estará destinado exclusivamente al pago de sueldos, por lo que instó a los funcionarios "a decir la verdad".
Además, dijo que los vecinos que participaban de la asamblea corrían el riesgo de ser "profilácticos", es decir de ser usados por los concejales para tomar una decisión que ellos mismos no se animaban a adoptar por temor al costo político.
Esas palabras provocaron una durísima reacción del presidente del Concejo Deliberante, Gustavo Arrieta, quien le contestó prácticamente a los gritos.
El apoyo más fuerte al aumento surgió desde el sindicato Fesimubo, liderado por Daniel Suárez.
El dirigente describió con crudeza los padecimientos y falta de medios que sufren los trabajadores, víctimas de las quejas de la población por la mala calidad de los servicios públicos.
Suárez pidió disculpas a los contribuyentes pero aseguró que un aumento de tasas es la única alternativa para llevar el salario básico a mil pesos. "Pedimos esa plata porque lo necesitamos para comer", sentenció.
Ahora los concejales deberán decidir si le dan o no media sanción al ajuste de tasas. Luego, la asamblea de Mayores Contribuyentes tendrá la última palabra.
INFOCAÑUELAS
04-07-07
Escrito por: Redacción InfoCañuelas