El estado de la Ruta 250 es patético en varios tramos de su recorrido entre Cañuelas y Máximo Paz, pero a la altura de Vicente Casares hay una cadena de cráteres que se llevan el récord.
Metros antes del puente, en el borde exterior de la calzada, hay varios pozos muy profundos que durante la lluvia se cubren de agua tornándose invisibles para los conductores.
Eso ha provocado al menos dos roturas de cubiertas en los últimos días, con riesgo cierto de provocar vuelcos o despistes en una zona peligrosa por la cercanía del puente y el río.
Antiguamente este tramo de la Ruta 205 se hallaba concesionado, bajo la administración de la ex empresa Semacar, pero en la renegociación de los contratos que tuvo lugar hacia 2005, el Ejecutivo no participó en las audiencias públicas y en consecuencia el concedente y las empresas optaron por retirar el segmento del sistema de peaje.
Como resultado, pasó a depender del Estado, que desde entonces ha invertido poco y nada en su mantenimiento. La carpeta agrietada, pastizales y falta de iluminación es el resultado de 15 años de abandono.
Es de esperar que la Delegación Municipal de Casares-Petión se ocupe -como mínimo- de realizar un bacheo asfáltico provisorio, vital para evitar más daños materiales o alguna tragedia.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas