El sábado 21 de diciembre se vivió un día singular en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen de Cañuelas: el diácono Federico Villalba se ordenó como sacerdote, convirtiéndose en uno de los pocos cañuelenses que decidió abrazar la vida de Dios.
Villalba, de 32 años, realizó los votos sacerdotales ante su familia, compañeros de estudio, el obispo Juan Horacio Suárez, el párroco Mario Slongo y una gran cantidad de sacerdotes que llegaron desde distintos puntos de la Diócesis.
La ordenación de Federico tuvo una sorpresa inesperada: la presencia del designado obispo de Gregorio de Laferrere, Gabriel Barba, quien tomará formal posesión del cargo a principios de marzo.
Tras la presentación de su sucesor, Suárez cumplió con todo el ritual de ordenación. Por la tarde, Federico celebró su primera misa en la que agradeció a la comunidad, a su familia y a los sacerdotes que lo acompañaron en el discernimiento vocacional.
Por el momento el recién ordenado ejercerá en Cañuelas como vicario parroquial. En marzo el nuevo obispo decidirá su destino dentro de la Diócesis.
Federico nació en Laboulaye, provincia de Córdoba, aunque reside en Cañuelas desde los 5 años. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el colegio parroquial Santa María.
Posteriormente se recibió como contador en la Universidad Nacional de Buenos Aires, descubriendo tardíamente su vocación sacerdotal. En 2007 ingresó en el seminario del Obispado de San Justo continuando en 2010 en de La Plata.
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Se ordenó sacerdote el cañuelense Federico Villalba (Fotogalería)
El joven, de 32 años, realizó los votos ante el obispo Juan Horacio Suárez y el nuevo titular de la
Escrito por: Redacción InfoCañuelas