A las 21.30 concluyó el allanamiento de Gendarmería realizado en la Municipalidad de Cañuelas y en al Hospital Angel Marzetti. Los efectivos provenientes del Edificio Centinela se llevaron tres cajas con abundante documentación de las oficinas municipales; y otras tres cajas correspondientes a las oficinas de Personal, Legales y Contaduría hospitalaria.
La medida -ordenado por el Juzgado de Garantías 8- fue solicitada por la UFI 2 que dirige Norma Pippo en el marco de la IPP 2732/18 por Malversación de caudales públicos iniciada la semana pasada ante la presunción de la existencia de un sistema de retornos en el pago de guardias médicas. En esa causa, iniciada de oficio, ya declaró como testigo la contadora del Marzetti en uso de licencia, Evelyn Cantoni.
Los gendarmes llegaron a las 16.30 ingresando en simultáneo a las dos sedes de Cañuelas. La orden judicial fue allanar en ese horario para no entorpecer la atención al público.
A lo largo de cinco horas revisaron dependencias en busca de la documentación ordenada en el oficio: legajos de personal médico contratado a partir de 2009; listado de guardias abonadas en ese período; sueldos; funcionarios actuantes; y también datos sobre la contratación de María Alejandra Tálamo, la esposa del interventor del Hospital Marzetti, Gustavo Pascuas, incorporada cuando éste era director del Ente; y separada hace unos meses del cargo por una denuncia del Colegio de Kinesiólogos de la Provincia que consideró que realizaba tareas propias de los kinesiólogos sin serlo.
Si bien circularon rumores sobre la detención de algunas personas, los Gendarmes no tenía ninguna orden en ese sentido.
El intendente Gustavo Arrieta y la jefa de Gabinete Marisa Fassi no estaban en el lugar al inicio de procedimiento. Llegaron a los pocos minutos seguidos de los abogados municipales Roberto Fernández Meire, Zulma Luna, Daniel Pugeliese y José Luis Perrotat. De todos ellos solo el primero pudo ingresar. Durante gran parte del operativo, en los alrededores del Palacio municipal permaneció Gabriel Oliverio, funcionario del Ministerio de Seguridad de la Nación.
En el Marzetti se hallaban Diana Barcia, Brenda Rodríguez, Teresa Domínguez y Lorena García. Al rato se sumó el ex jefe de Recursos Humanos, Sergio Nucifora, enviado por Fernández Meire.
Arrieta se retiró a las 21.30 cuando el operativo finalizaba. Ante la pregunta de un periodista reconoció que el allanamiento lo había sorprendido, sobre todo después de haber manifestado -a través de Gustavo Pascuas- su intención de colaborar con la Fiscalía.
La investigación por Malversación de Caudales Públicos es una nueva causa iniciada por Pippo como desprendimiento de la primera, referida a la contratación de la falsa médica Thais Soares Costa, quien se hacía pasar por Sonia Banhuki Galvao. Durante la mañana del lunes Pippo habló con su colega de la UFI 1, Roberto Javier Berlingieri, quien investiga la contratación del falso médico Felipe Nori Haggi Lacerda, detenido desde el miércoles en el Destacamento de Alejandro Petión. Acordaron compartir información.
La hipótesis que surge del expediente es que habría existido un aceitado sistema para abonar guardias ficticias a cambio de retornos a funcionarios. Hasta el momento las fiscalías tienen un indicio fundamental: tanto Soares Costa como Nori transferían mensualmente a Fabiana Pereyra una importante suma de dinero que rondaba entre el 40 y el 50 % del sueldo que recibían. Pereyra era una funcionara clave en el equipo de Federico Pequeño, dedicada a la coordinación de las guardias. Ambos fiscales ya están investigando otras cuentas para determinar si el circuito de dinero finalizaba en ella.
Médicos truchos: Allanamiento de Gendarmería en Cañuelas. (Fotogalería)
Escrito por: Redacción InfoCañuelas