Los vecinos de Moradas de Máximo Paz viven con el corazón en la boca por la presencia de una tropilla que deambula por el barrio sin ningún límite. Son unos 15 caballos que aparentemente no tienen dueño y que día tras día utilizan la plaza o los terrenos baldíos como potrero.
“Andan a la buena de Dios. Si bien son animales y no tienen la culpa, molestan muchísimo y son un peligro. Si tienen dueño, no se hace cargo. La gente del barrio siempre llama a la policía de Máximo Paz, que tiene la mejor predisposción, viene, los arrea, pero al rato vuelven. La Policía Rural es la que debería ocuparse, pero no disponen de móviles para ocuparse esto y mucho menos de un carro para trasladarlos” describió un vecino en diálogo con este portal.
En algún momento se propuso la posibilidad de encerrarlos en un predio, pero nadie está dispuesto a cederlo. Hay temor de que puedan ser caballos robados o que un día aparezca el dueño y se arme un escándalo.
Los perjuicios son múltiples: rompen tejidos, comen plantas de los jardines, se rascan contra los árboles del espacio público, a veces se asustan y salen corriendo, con resultados impredecibles. En las noches de neblina son un peligro para los automovilistas. El problema mayúsculo es cuando se instalan en la plaza: los chicos del barrio no pueden usar los juegos.
La pregunta obligada es por qué las autoridades –el municipio con su personal de Veterinaria, la Policía Rural, el SENASA– no intervienen?
Si tienen dueño, el Juzgado de Faltas debería aplicar una severa multa al propietario por exponer a todo un barrio al peligro. Si, en cambio, se verifica que no tienen dueño, ¿por qué no secuestrarlos, subastarlos y donar el dinero obtenido a una entidad benéfica?
Escrito por: Redacción InfoCañuelas